sábado, 25 de agosto de 2012

Capítulo 24. BEGOÑITA, MENOS NAVAJAZOS Y MAS PONERTE LAS PILAS.

Julio Tormo estuvo varias semanas haciendo un programa llamado “La hora de Julio Tormo”. Era semanal y en el comentaba lo que quería con su habitual locuacidad. Era víspera de la exaltación de Gloria y de Victoria.

Julio, estaba molesto porque la fallera mayor de Valencia no había ido a un acto, creo recordar que en Castellón cuando ellos siempre adaptan su agenda a los actos de Valencia.

Lo que el llamaba vertebración de la Comunidad Valenciana se estaba rompiendo.

El fondo del tema era una controvertida agenda. Fueron muchas las quejas sobre la agenda y siguen siendo numerosas. Incluso la Interagrupación tiene o tenía un proyecto para regular a que actos iban las falleras mayores y a que actos no. Aunque esto molestaba y mucho en Junta porque piensan que es inmiscuirse en una función que no les corresponde. Malestar que, curiosamente, comparte Pepe Chiralt quien, si hubiera sido presidente de la Interagrupación, hubiera parado de inmediato.

En el programa del 24 de enero de 2008 Julio criticó que la fallera mayor no asistiera a un acto de Castellón, creo recordar, y la poca previsión de la agenda gobernada entonces por Begoña.

En aquel programa, que se hizo por teléfono porque viajaba hacia Alicante, Julio terminó diciendo “Begoñita, menos navajazos y ponte la pilas”, en relación al reciente incidente que Begoña de la Concepción había sufrido con un presunto navajazo a las puertas de Junta. Un hecho que, una vez mas, se envolvió en un halo de misterio, como otros tantos incidentes o enfermedades de la vicepresidenta.

Cuando ésta se rapó el pelo casi a cero por un tema de una supuesta enfermedad (afortunadamente no era cáncer, de lo cual nos alegramos) y un delegado reprochó a Félix Crespo que saliese en el 9 de Octubre sin vestir de valenciana, Félix le dijo poco menos que no tenía humanidad. Y ahí muchos salimos con la sensación que Félix se había equivocado y toda la razón la tenía Miguel Gil que fue quien le dijo eso. Begoña, si no se podía vestir de valenciana porque se había rapado, pues que no saliese en la procesión cívica.

Volvemos a Julio Tormo. El programa siguiente, Julio Tormo vino al programa en directo y el día 31 de enero nos visitaba para hacer su programa como todas las semanas. La razón de que Julio hiciera este programa fue a invitación de Bernardo Morosoli quien pensaba que era un buen refuerzo para la emisora.

Lo primero que dijo es que se había sorprendido de la gran audiencia que teníamos y de la repercusión que tenía y que lo que él había dicho en el programa anterior fue la comidilla de la exaltación que se había celebrado el fin de semana anterior. Una exaltación por cierto que algún colaborador mio se la pasó en el bar poniéndome guapo.

Julio Tormo comenzó el repaso de lo que el consideraba que no se estaba haciendo bien justificando sus palabras.

Cierto que Begoña, como podéis leer en el capítulo 6, ha tenido la habilidad de estar en el medio de muchos meollos. Pero en este caso, Julio no hacia mas que decir en público lo que muchos pensábamos. Que la agenda no estaba todo lo acertada para una entidad como Junta Central Fallera merecía.

Ponía el ejemplo de que en esas fechas, Julio ya tenía en sus manos el programa de actos de Castellón y de Alicante para sus máximas representantes. Así de esta forma no se solapaba actos propios con actos de las otras ciudades como pueda ser Valencia. Y no era de recibo que justificara la falta de las representantes valencianas por haber sido avisada 24 horas antes cuando no era así.

Comparaba a Valencia con otras juntas locales. Por ejemplo, criticaba que en el Día de la Comunidad Valencia en FITUR, en Madrid, él se encontrara con la Bellea del Foc, la Reina de Castellón, la Reina Fallera de Burriana (que así se le conoce a la fallera mayor de ésta población castellonense) la Fallera Mayor de Sagunto y no estuviera la Fallera Mayor de Valencia. La excusa fue que por la noche se celebraba la Gala de la Pirotecnia, y dijo excusa porque el acto de Madrid terminó a las 5 de la tarde y perfectamente podía haber acudido y después venir a Valencia.

Otro renuncio en el que se pilló a la agenda fue cuando dijeron que la Fallera Mayor de Valencia no podía ir a la exaltación de la reina fallera de Burriana por estar enferma cuando la verdad es que estaba cenando en la falla l’Antiga de Campanar.

También contó que Lucía Gil no fue a la Galanía de Castellón porque estaba en el “Tirant de Lletra” de la falla Na Jordana. Julio reclamaba que con algo de buena voluntad se podían haber cuadrado los dos actos sin problemas. No hubo previsión.

Fue un programa donde durante más de una hora expuso en antena varios puntos de descontento con Begoña y su agenda.

Reclamaba que por qué no se podía decir que había sido un fallo de agenda y no pasaba nada. Porque tapar esas cosas con mentiras piadosas lo único que hacía era empeorarlo todo y crear confusión en la opinión pública. Una opinión pública que pensaba que cada vez que había un “desacierto” (me dicen que diga esto en lugar de “cagada”, que queda mejor) coincidía, desgraciadamente, con un incidente de Begoña, y eso era vox pópuli por aquel entonces.

Todo lo que decía Julio no hacia más que certificar mis palabras en programas anteriores en los que me extrañaban hechos como los que comenté con la entrega de premios del concurso Gran Fallero donde de un día para otro alteran la agenda para unos y a otros les cuesta Dios y ayuda tenerla aunque sea media hora.

Aunque media hora es lo que les gustaría tener a los sectores para poder realizar el intercambio de fotos. Un intercambio que se cambió a la forma que se hace ahora y que Julio Tormo criticó con dureza por la frialdad con la que se desarrolla. En el Palacio de la Exposición, con un horario tan ajustado que cuanto antes acabe cada sector mejor. Una tras otra van pasando las falleras mayores de las comisiones y poquito y rápido que si no se nos junta con el otro sector. Frio, frio, frio, decía Julio entonces y seguimos pensando muchos ahora.

Esta forma de hacer el intercambio no te permite ni cruzar una palabra de las falleras mayores. Es mecánico, casi marcial y no tiene ni emoción ni sensibilidad.

Una de las propuestas que reclamaba ya Julio Tormo fue la de poder partir las cortes y dotarlas de un protagonismo mayor del que tiene ahora quien hay quien piensa que son mucho más válidas para poder representar a la fiesta de lo que ahora se hace.

Son nombradas, salen sonriendo, se quedan en su sitio sonriendo, esperan que salga la fallera mayor, se hace el acto y se les despide de dos en dos. Ese es el cometido de las cortes. Y personalmente pienso que están capacitadas para mucho más. No en vano, el jurado que elije en septiembre a las cortes se supone que elije a trece falleras mayores ¿no?

Esto se hace en Alicante y no hay problema. Solo sería jerarquizar los actos donde puede acudir la corte fraccionada por su cuenta y donde la fallera mayor con o sin corte.

A todo esto se comentaba que según “como se portaban” las cortes salían más o menos, siendo que en alguna ocasión se les castigaba una semana sin salir. Pero esto, como la agenda siempre ha sido tan opaca no podemos certificarlo.

Esto es otra cosa que se reclama. La opacidad de la agenda debe de disminuir. Que se sepan donde van y donde no pueden por falta de tiempo.

Pero esto me da que se oculta para que la opinión pública fallera no sepa a que fallas van año tras año, incluso varias veces en un año, y a que fallas no van aunque las pidas repetidamente durante varios años. Que haberla haylas.

De hecho, cuando Miguel Galán cogió durante algunos meses la agenda, se publicaba a cuantos actos había ido y a cuantos actos no. Pero esto, nadie sabe por qué, duró muy poco. Además en ningún sitio se publica la agenda por adelantado para que los medios podamos saber donde van a ir, cuando yo recibo la agenda de, por ejemplo, los concejales del Ayuntamiento de Valencia cada día a las 9 de la mañana.

Claro, luego vienen hechos como el que descubramos que no las llevan a una falla (de sexta, eso si, las de Especial ni se te ocurra decirles que no) porque van a ver un musical o una película y luego cuando no van a Castellón se les llena la boca diciendo que las fallas de Valencia son antes. Esto sin contar cuando van a la inauguración de una tienda “VIP” de algún enchufadillo.

Esta queja ha sido continua en el tiempo y sobre todo, como dije antes, con fallas pequeñas. Aunque también hemos visto como algunas agrupaciones han sufrido este agravio. Tal fue el hecho en la agrupación Mercado de Jesús presidida entonces por nuestro compañero Ferrán Gil, quien no tuvo a las falleras mayores 2009 en conjunto para hacerle entrega de la insignia de la agrupación, solo tuvo a Marta. Aún está esperando que le expliquen por qué María Berbel no la enviaron cuando aquel día no tenía ningún acto.

Quejas continuas, oscurantismo en la agenda, quejas de ciertos padres con el comportamiento de Begoña y una larga lista de hechos se presume que fue la razón por la que ésta presentó su dimisión en octubre de 2010.

Aunque se cuenta que la verdadera razón que colmó el vaso fue un grave fallo de protocolo en la proclamación de Piti y Ariadna donde, cuando iba a empezar el acto, con la alcaldesa en el estrado junto a las falleras mayores, se dieron cuenta que el banco destinado a las cortes estaba vacío: ¡Las cortes aún estaban fuera del Hemiciclo!

No trato de decir que Begoña no hizo bien su trabajo. Solo cuento lo que Julio Tormo explicó en aquel programa (que aún conservo) y en el que explica todo lo sucedido.

Julio, aquel programa también tuvo palabras para los vicepresidentes quienes en bloque lo cogieron en la Gala de la Pirotecnia y éste se defendió como gato panza arriba y con su locuacidad conocida se los metió a todos en el bolsillo.

Bueno con su locuacidad y porque es amigo personal de Rita Barberá, Camps, etc. Y eso provocaba que si, que le llamaban la atención pero ¡ojo con tocarlo! ¿eh? Y eso para Julio era tener una posición cómoda. Y yo que me alegro por él. Porque si todo eso en lugar de decirlo Julio Tormo lo dice Pepe Herrero…

De hecho hubo "alguien" que me reprochó que Julio dijera eso. Yo le contesté que en mi emisora cada uno era libre de decir lo que quisiera. ¡Válgame Dios! No echaban la culpa a Julio, la culpa ¡Era mía! por dejarlo hablar. Tremendo. Cuando en la grabación que tengo de aquel programa solo habla él. aquella persona me dejó petrificado. Pero bueno, como los americanos cuando buscan un culpable: "si es negro o latino no hay problema en acusar a un inocente". Pues eso mismo pensé yo. Nadie se atreve a reprochar a Julio lo que dijo y me echan la culpa a mi por ¡dejarlo hablar!. ¡Claro! la culpa fue mía por no preguntarle de que iba a hablar. ¿Verdad? Nunca lo he hecho con nadie. Todos los que han hecho programa hablan de lo que quieran. Pero por dejar hablar a Julio yo era un cobarde. Sin más comentario.

Aún hoy en día sigo manteniendo una buena relación con Julio y le felicito porque después de dejar el programa “Cor de Festa” lo han cogido para que siga en antena con “De Festa en Festa”. Su colaboración fue muy válida.

En el siguiente capítulo contaré una serie de vetos en los que me vi inmerso después de las fallas 2008. Unos vetos que destaparon muchas cosas.

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