lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo 2: COMIENZO DE MUSICA Y FALLAS RADIO. PRIMEROS MINUTOS.


Llega el mes de mayo y el comercial de la empresa que comercializa las frecuencias que nos dio el 91.4 me llama y me dice que tiene una frecuencia libre. Era el 100.9 

Le dije que si pero un mar de dudas me asaltaron. Quedamos en firmar el contrato en junio. Pero quedaba un larguísimo camino que recorrer antes de que se escuchara en las ondas el 100.9 con programación propia.

Lo primero era el tema legal. Me informo y salgo realmente sorprendido de la reunión con la persona que me pone al día. Me dice que la frecuencia no es legal, como no es legal el 70% de las frecuencias que emiten en Valencia (bueno en toda España).

- ¿Y como se puede emitir si no son legales?
- Porque son lo que se llaman “alegales”, es decir, se les permite emitir pero no tienen licencia.
- ¿Y no hay peligro de cierre?
- Ahora, en 2006 no se está moviendo el tema. Mira, las frecuencias las otorga la Generalitat Valenciana con unos parámetros determinados. Pero las saca a concurso el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones. Es decir Zapatero le dice a Camps: “estas puedes sacar” y en Valencia se decide a quien dárselas, pero si Camps quiere sacar más no puede. Es algo llamativo pero está así.
- ¿Y como se conceden?
- En concurso. Ahora mismo va a salir un concurso, bueno se piensa que será en breve (estamos en 2012 escribiendo esto y aún no ha salido el concurso!!!) y en Valencia capital se van a sacar dos el 99.6 y el 99.9.
- ¿Puedo concursar todavía?
- No, aún no cumples las bases.
- ¿Y hay muchos presentados?
- Si, varios de los que ahora emiten sin licencia. Pero se dice que ya están prácticamente adjudicadas.
- ¿Si? ¿A quien?
- Hombre, no lo puedo asegurar, pero el comentario general es que puede ser a José Luis Olivas, ex presidente de la Generalitat cuando sustituyó a Zaplana que se fue a Madrid de ministro (Entonces no había nada de bankia)y al Arzobispado, mira el 99.9 es Radio Luz, la emisora de que siempre se ha llamado de “los curas”. Pero esto son conjeturas sin ningún valor real, solo comentarios de calle.

Me quedé pensando. Casualmente era Radio Luz, la emisora donde comencé mis primeros minutos de radio. Pero mi curiosidad iba en aumento.

- ¿Y solo hay esas en Valencia?
- Si, solo esas. Mira, como te veo tan interesado te voy a contar algo –me dijo el asesor- se concede una frecuencia con una potencia determinada y puedes emitir solo con esa potencia y solo puedes optar a una frecuencia por zona. Pero “hecha la Ley, hecha la trampa”, las mismas emisoras legales que emiten duplican y a veces triplican su potencia. Pero para eso habría que pedir una medición autorizada y es un lío para el que no está metido.
- ¡Ya! Pero… ¿Cómo puedes ser que, por ejemplo, el grupo SER tenga tantas frecuencias adjudicadas, Kiss, Cadena Dial, la SER, los 40 Principales, M-80, etc. Si cada empresa puede tener solo una en una zona determinada?
- Tu lo has dicho, Pepe, cada empresa. Creas una empresa y luego las asocias en un holding, grupo o llámalo como quieras es totalmente legal. Es como Onda Cero y Europa FM que son del mismo grupo. Luego hay otro ejemplo, como Radio Marca que tiene licencia de 1,2 Kw. En Burjassot y se oye en toda la provincia.
- ¿Es decir, mangoneo local?
- No exactamente. Todo es legal o casi. Pero no hay problemas. No se meten con ellos
- Bueno, mientras que a mi no me toquen el 100.9 y me dejen respirar que hagan lo que quieran.
- Otra cosa: ¿Y la empresa que comercializa las frecuencias las tiene todas, y no tiene ninguna responsabilidad si me cierran?
- No, la frecuencia no es de ellos. La “ocupan”, es como si vas al cine, tu no tienes butaca determinada, te sientas en la que hay libre. Pues en esto lo mismo. Tu ocupas una frecuencia y emites por ahí. Esta empresa te facilita la torre y los medios para emitir. Tu le tienes que enviar la señal desde el estudio y ellos te la amplifican desde las torres que hay en Calicanto. Es como un rayo láser pero de sonido. Tienes que tener visión directa con el centro emisor para enviarle la señal desde tu local. La responsabilidad en caso de denuncia es tuya.

Me acababan de dar un “mini-master” en frecuencias. Pero me iba con la tranquilidad que la Generalitat Valenciana no iba a tocar nada.

El siguiente punto era la financiación. Inicié unas conversaciones con unos empresarios ajenos a las fallas. Se alargaron durante dos semanas y rompimos las relaciones porque ellos no veían que se dedicara exclusivamente a las fallas. No eran falleros y no lo veían. Y eso que tenían dinero para poner pues lo que había que invertir para ellos era “pecata minuta”, eso si, para mi un mundo. Por cierto, me llamó la atención una de las reuniones que mantuvimos en un club “solo para hombres” de la calle General Sanmartín de Valencia. Y cuando digo para hombres es para hombres, no penséis lo que no es. Era un local donde se hacían negocios o te podías tomar una copa con gente de negocios, pero nada más, ¿eh? Para entrar tenías que ser socio o ir acompañado de uno de ellos con unas claves y demás. En principio el sistema me sobrecogió. Pero de inmediato me di cuenta que allí se puede hablar de negocios con total hermetismo y me tranquilicé.

Después de rotas las relaciones me puse en contacto con un fallero de la falla Santa Cruz de Tenerife-Angel del Alcazar que era director de una sucursal bancaria y que conocí en tiempos de MD Radio cuando fui a su falla y después participé de jurado en el sector Olivereta en la preselección, y fue quien me facilitó el capital necesario para poder abrir la radio.

Me busqué un local cercano a casa, en Burjassot. La empresa que comercializa las frecuencias me facilitó el contacto de un técnico instalador y compré a una empresa dedicada a aparatos de radio de Barcelona lo necesario básicamente para emitir, pues el material de “cabina” y ordenadores los tenía del cierre de MD Radio. Además desde Burjassot se ve perfectamente la antena que me iba a emitir la frecuencia. Un edificio de oficinas albergó la primera emisora de “Música y Fallas Radio”.

En junio se firmó el contrato y comenzaba a oírse música en el dial para ello adquirí un reproductor de cd en mp3, llené el disco con 200 canciones y cíclicamente iban sonando. Estuvo así unas tres semanas.

Tras recibir el material y colocarlo todo en la oficina, el 17 de julio cortamos el reproductor y el técnico enganchó la antena definitiva a la salida de la oficina.

Una radio puesta junto a mi mesa nos permitia escuchar la música del 100.9.

Entre tanto había decidido el nombre porque pregunté a Junta Central Fallera y Gabi Aranaz (si, entonces ya  era Delegado de Medios) me dijo que no había problemas en usar la palabfra "Fallas" en el nombre de la emisora. Cuando le llamé para decírselo se quedó extrañado con su poca habitual simpatía que yo le profesaba y aún hoy en día no sé por qué. (Bueno no sé por qué de entonces, de hoy si que lo entiendo siendo esa poca o nula simpatía mutua y totalmente justificada por ambas partes a pesar de que intenté ser cordial siempre con él pero el nunca me trató como a otros y esas cosas se ven enseguida, un Gabi que será triste protagonista de otro capítulo que detallaré cuando cronológicamente toque)

Ese día, cuando se paró la música y el técnico me llamó para decirme: “Pepe pon en marcha el ordenador…” y vi que lo que salía en el 100.9 era lo que yo emitia desde mi ordenador, la sensación que tuve fue inolvidable. Mezcla de ilusión por algo que yo mismo, sin ayuda económica de nadie, había puesto en marcha y también una dosis de responsabilidad.

Estaba oyendo los primeros minutos de MÚSICA Y FALLAS RADIO, 100.9 DE LA FM.

El primer paso estaba dado. Ahora tocaba darle contenido.

Esa noche de verano, en casa, pensaba que yo, que siempre había seguido las emisoras de radio, que me había gustado tanto la radio desde fuera como oyente, que en el año 1991 trabajé como comercial unos meses en “Radio Alameda” de Chirivella y que me encantó el interior de la radio que intenté hablar en antena y el director se enfadó conmigo, yo, Pepe, tenía mi PROPIA EMISORA. Era algo que no puedo describir. Acababa de conseguir una ilusión que no tuve nunca pero que se fue forjando por los hechos acontecidos que he contado anteriormente. Un objetivo que nunca lo fue se había forjado de forma casi accidental.

Al día siguiente empezaba un reto que marcaría mi vida hasta hoy.

En el Capítulo 3 hablaré de "Las primeras semanas y de los primeros colaboradores"

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