lunes, 31 de diciembre de 2012

Capítulo 34. Elección de las cortes 2012. Zarapico a escena.



Tenía ganas de escribir este capítulo. Fue sin duda un pasaje muy complicado para quien os escribe, pero quería decir lo que tengo dentro sobre el asunto que supongo que conocéis de septiembre de 2011 donde se lió buena con el jurado de la corte mayor.

Voy por partes. Tenía ganas de escribirlo porque voy a contar detalles que hasta ahora no había contado. Voy a contaros como me sentí en aquellos días. Quiero compartir con vosotros la verdad, bueno, mi verdad sobre lo acontecido. Así sucedió y así lo viví.

Previamente, en agosto ya me llegó que una candidata del sector Patraix había sido elegida por un “pucherazo” de un miembro del jurado. En aquel sector parece que aquella noche se lió buena, pues nadie entendía como había salido esta candidata. Pero no le di más importancia pues esto es algo que todos los años en un sector u otro vivimos. Y es que tal y como está establecido el sistema, es muy difícil acusar y demostrar que alguna chica o niña ha sido elegida por enchufe por mucho que se sepa. Y hasta ahora nadie había hecho nada al respecto.

Tres días después de haberse nombrado los jurados que tenían que elegir a las cortes 2012, me llega un correo en el que daba pelos y señales del tema que en julio se suscitó en Patraix. Acusaba a Lucía Andrés Zarapico de haber sacado a su amiga íntima como candidata cuando todo el mundo sabía que esta candidata y Lucía eran muy amigas pues los novios eran falleros de la misma comisión  y también amigos íntimos.
Este correo contaba muchos detalles sobre la supuesta relación entre ambas y lo relacionaba con la elección de Manuel Andrés Zarapico como jurado de las Cortes mayores, es decir, que según el correo ya había una “elegida”, la amiga íntima de su hermana.

Cuando abro el correo veo que lo que contaba era lo que estaba en la calle, era vox populi esta relación. Pero como otras veces, desde Junta se hizo oídos sordos.

Estuve pensando que hacer con ese correo. Consulté a quien tenía que hacerlo los pros y contras de publicarlo pues era algo que estaba en la calle. Pero pensé que antes de publicarlo debería de conocerlo Junta Central Fallera. Y así lo hice, le envié el correo a Nacho Pou, recién estrenado “asesor” de la concejalía de Ferias y Fiestas del Ayuntamiento de Valencia.

Al cabo de dos días, viendo que no había respuesta, me lo encontré en el pabellón de la Fuente de San Luis en la reunión que los medios que vamos a retransmitir en directo tenemos previamente con la dirección del pabellón.

Tras acabar esta reunión me acerqué a ellos, y a los pies de la escalera que va desde recepción hasta la entrada a las gradas, les pregunté que si habían leído el comunicado. Estaban él, Nacho Pou, y Manolo Más. Su respuesta fue rápida: “Es una tontería”.

¡Vamos! Que no le iban a hacer ni caso. Que el correo que les envíe ni lo consideraban. A mi se me quedó una cara de tonto tremenda.
¡Otra vez me ningunean! ¡Otra vez me subestiman! ¡Otra vez, con una sonrisa irónica, se rien de mi!

Me fui de allí muy mal. ¡Parece mentira! Tantas veces que he oído decir a Félix y a Fayos que cuando tengamos pruebas de algo que las demostremos, y ahora que las tengo no me hacen ni caso. Se les llena la boca de decir que si podemos demostrarlo que lo digamos y cuando ven que les has pillado te ningunean. ¿Esta es la forma de actuar de Junta?
¡Mal, muy mal! Todos los principios aireados por Junta en estos casos se iban al traste en un segundo.
Por lo menos me podían haber llamado en privado para preguntarme si tenía algo más que pudiera demostrar esto.

Pero no, su desprecio fue aplastante. Tan aplastante como prepotente. No sé quien tomaría la decisión de obviar el correo, tampoco sé si esto llegó a Paco Lledó. Pero lo que si sé es que se me ninguneó y se me despreció. Máxime cuando me llegó desde Junta (os he dicho que las paredes y los pasillos de Junta oyen muchas cosas) que se habían atrevido a comentar (alguien, no sé quien) que “eéte no tiene narices para publicar esto” en plan de burla total (Digo narices por no decir atributos masculinos).

Visto lo visto y tras meditarlo profundamente y comentarlo en casa con mi mejor asesora (mi mujer, Gloria quien ha vivido personalmente conmigo muchos desaires, desprecios y mentiras de Junta) me decidí a publicarlo.
Os aseguro desde aquí que no lo hice ni contra Lucía ni contra su hermano, aunque pueda parecer que fue así. Sinceramente a mi me daba igual quien saliera de la corte y quien no. Para mi todas se lo merecen como decimos cada año. Pero el desprecio de los asesores me podía. Pienso que esto que digo habrá quien no se lo crea. Me da igual, era así y así lo he manifestado en privado en multitud de ocasiones.

Lo hice de dos formas simultáneamente, por una parte en el programa de la radio y por otra en una web que entonces manejaba paralelamente a un blog de opinión que aún hoy en día conservo (http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es) Además lo intenté hacer de forma que ningún compañero de la emisora si viera involucrado. Era un tema mio, y solo mio. No quería que otra persona de mi entorno radiofónico se viera envuelto en esto al no ser que lo quisiera hacer como si que lo hizo un oyente que vino a certificar que efectivamente, ese correo existía y que era cierto. Además, este oyente era de Patraix, muy conocedor de lo que pasó ese verano.

Esto corrió como la pólvora. Esa misma tarde era la presentación de los bocetos de la falla Mercado de Ruzafa, asistí y me pilló por banda la protagonista del tema, Lucía Andrés Zarapico, me acusó de muchas cosas, yo no entré al trapo, no discutí con ella. Además también estaban dos chavales, que supongon que serían los novios de las dos, no lo sé, y el presidente de la falla “El 48” Alfredo quien me sorprendió mucho su actitud y luego contaré por qué.
Me advirtió que iba a denunciarme, que me iba a poner una querella y no sé cuantas cosas más. Por dentro me reía pues no sabía ella que todo los pasos que di fue de forma asesorada y previamente estudiada. No me podía meter en un berenjenal así sin sabes donde lo hacía.

Todo esto sucedió con las pruebas en marcha. Encima me llega que en las pruebas a las mayores se les hace una pregunta “sospechosa” a las chicas:  ¿Que fallera mayor de Valencia regaló un manto a la Virgen? (http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es/2011/09/que-fallera-mayor-de-valencia-regalo-un.html)
Pregunta que habida cuenta que aquello sucedió en el año 1996, hace ya 16 años, y que las candidatas tenían entre 18 y 30 años aproximadamente y apenas podían conocer el detalle por la edad, pues llamaba la atención que se hiciera esta pregunta, siendo que la amiga íntima de la fallera mayor que regaló el traje a la Virgen era candidata. Fue Lucían Andrés Zarapico. ¡Que casualidad!
¿Quién lo iba a saber si no su amiga íntima?
Vamos, que todo apuntaba al pasteleo. No sé si fue así o no, pero apuntaba y las formas también hay que guardarlas.

La carta se publicó en otros foros. Se conoció de inmediato. Incluso me llegó un burofax en el que me hacía retractarme de lo dicho pero de una forma muy curiosa, me pedían que rectificara y dijera que el correo recibido carece de rigor informativo. Esto se anunció en una cena a las candidatas  en el casal de la falla Maestro Gozalbo:

Demanda a fecha de hoy no he recibido ninguna, aunque el burofax lo contesté de esta forma: http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es/2011/09/comunicado-de-nuestras-fallas.html

Pero lo que más me sorprendió fue la actitud de algunos comentaristas en otros medios. Fue chocante. Os explico:
Me acusaban a mí de no haber contrastado la información ELLOS QUE NO HABIAN CONTRASTADO CONMIGO LOS DATOS QUE TENÍA PARA PUBLICAR ESTO.

Es decir, me acusaban de algo que ellos estaban haciendo. Y es que hasta el día de hoy, nadie, absolutamente nadie, sabe con que contaba yo para poder publicar esto o no. No sabe nadie si tenía fotos, testigos o nada. Es que no sabe nadie nada y se tiraron a la piscina para ir contra mí en tromba por lo que había dicho, o por quienes eran las personas con quien me había metido. Me hacían culpable si haber hablado conmigo, era algo alucinante. Entonces escribí esto: http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es/2011/09/soy-culpable.html
Lo peor es que hablaban de mí sin haberme llamado para nada teniendo casi todos ellos mi teléfono personal. Era algo que me llamó poderosamente la atención. Era tal la veneración y el partido que tomaban a favor de sus amigos que ni siquiera se dignaron a llamarme y “contrastar” los datos que me hicieron publicar esto: http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es/2011/09/contrastando-que-es-gerundio.html
Digo contrastar entre comillas porque fue la palabra “reina” en aquellas conversaciones. ¿Cómo puedes decir que no he contrastado nada si tú no has contrastado nada de lo que yo tengo? ¡Era increíble!
Os tengo que decir que con algunos de los que hablaron de mí les hice esta misma reflexión en persona y aún no me han respondido. Y eso que alguno hay muy ilustrado y son de los que no les faltan palabras para rebatir o debatir ningún tema

Tuve la tentación de entrar en directo en la tertulia, pero me aconsejaron que no lo hiciera. El tiempo dictaría sentencia.

Hubo otro detalle que me indignó más todavía. El abrazo de los asesores a Manuel Andrés como mostrándole su apoyo y por consiguiente el desprecio hacia mi. Es decir, tienes todo nuestro apoyo.
Yo os digo que me veo en esta tesitura y presento mi renuncia. No dudo que él lo quisiera hacer y desde presidencia le convencieran para que siguiera. Porque respecto a Manuel Andrés Zarapico os tengo que decir algo que desde siempre he declarado en conversaciones privadas que aún no sé porque no me habla, ni ahora, ni antes de que sucediera esto, ni antes de mi discusión con Braulio, ni desde que comencé en la radio. Es algo que nunca he sabido cuando en la vida he mantenido ninguna conversación con él y siempre he manifestado que su forma de escribir en Actualidad Fallera me gusta mucho, y así lo he comentado reiteradamente.
A Manuel Andrés Zarapico en este tema lo vi como una víctima de asunto. Para mi, y lo pienso así, el no tenía nada que ver y como me dijo una persona muy conocida en los ambientes falleros en una jornada de convivencia de una agrupación que hubo en aquellos días “a la nena la han pillado con el carrito de los helados y lo va a pagar su hermano, encima Junta esto se les ha ido de las manos”. Y le di la razón. Todo el mundo conocía la historia. Se había propagado como la pólvora y ya no había marcha atrás.

El ambiente enrarecido el resto de las pruebas fue lo que imperó en aquellos días. Incluso en la cena del casal de Maestro Gozalbo, la candidata protagonista, cuando hablaron del tema, estaba temblando según me contaron otras candidatas que estaban frente a ella. Sabía que ella era el “ojo del huracán”. Pero su jugada le había salido mal.

Pero llegaba la hora del “juicio popular”. El día de la elección de las cortes. La pregunta si la candida amiga iba a ser elegida pululaba por el Pabellón.
Comienza el espectáculo. Dos momentos claves para mí. Porque os tengo que decir que digo juicio porque o me tiraba al mundo fallero encima, o me daban la razón, ahí no había término medio.
El primero es cuando nombra a la candidata. Menos los de su falla, se notó en el resto del Pabellón un silencio bastante llamativo.

Pero el momento más tenso fue cuando los presentadores nombraban a los jurados. Primero, Rafa Comín, nombró a los de la infantil. Normal, aplausos tímidos como suele ser habitual cuando se nombran los jurados en cualquier concurso.
Pero llegaba el jurado mayor. La presentadora, Angeles Hernández, quien tampoco me habla desde una conversación privada que tuvimos en la falla Zapadores, en una presentación de bocetos y que luego dijo que yo había utilizado en público en un programa sin que yo me acuerde de esto, siendo además que nunca hemos vuelto a hablar (Bueno, si, en la propia falla Zapadores, cuando presentaron los “Desgarrats” el año que le dieron a Quique Collado el premio, porque este era el presentador habitual, y lo hicieron tan bien que me acerqué a felicitarlos, a ella y a Jaume Bronchud, otro que nunca he mantenido ninguna mala palabra con él y tampoco me habla).
Pues llegado el momento de lectura, la presentadora, amiga íntima de Manuel Andrés Zarapico, intentó una estratagema que a la postre le salio el tiro por la culata.
Nombró a los jurados uno por uno dejando al final el de Zarapico, a todos les llamó por su nombre y cuando llegó a el digo “Señor Don Manuel Andrés Zarapico”. Yo no sé si ella esperaba una ovación y vivas para él, pero la pitada del pabellón fue de las que hacen historia. Ella, agachó la cabeza avergonzada y pensando que la había metido hasta el fondo. Menos mal que ese era el último momento que ella hablaba porque después vino el momento del nombramiento y ya no tuvo que salir más. Lamentable.

Luego ya se sabe, la candidata no salió y parecía que con esto acababa la historia. Pero no, aún coleó cosas. La falla Pintor Salvador Abril-Peris y Valero “El 48” me nombró persona no grata pero atención ¡Reconociendo que los vínculos personales existían!
Es decir, que si, que eran todos amigos, pero lo que yo dije era falso. ¡Tremenda la metedura de pata de la comisión! Yo nunca hablé mal de la comisión, tan solo dije que eran falleros de ahí, nada más. Os dejo estos tres enlaces para que entendáis mejor lo que sucedió:


A pesar del reproche que alguien hizo a nuestro compañero Vicente Pardo cuando bajó a entrevistar a las chicas diciéndole que le explicara porque había provocado que le abuchearan a su amigo, a partir de entonces, la relación con otra gente de los medios se ha ido dulcificando.

Muchas conclusiones se pueden sacar de este hecho. Pero me quedo con una, y es que el pueblo, la gente de la calle, es soberana, y aunque en tertulias y comentarios, se arremetiera contra mi y contra lo que dije, la gente sabe muy bien lo que pasa y cuando llega el momento dice lo que piensa. Se vio en el Pabellón, fui yo solo (SOLO) contra todos, Junta, amigos, otros medios… y con la fuerza que ellos tienen todos juntos, no puedieron contra la única fuerza que yo tenía: la fuerza de la razón. De otra forma no puedo entender el abucheo en el Pabellón.

Pero como siempre pasa, los errores políticos nunca se pagan internamente. Error de los asesores, error de Paco Lledó (Si lo sabía por no tomar medidas, y si no lo sabía por no reprender a sus asesores, puesto que siguen igual) error de los que me acusaron sin pruebas. Pero bueno. El mejor premio para mi es que sigo haciendo mi programa de fallas intentando contar lo que veo. Sea o no políticamente correcto contarlo. Es la verdad y con ella me quedo.

Y una última reflexión: a pesar de la evidencia que había en el tema, la amiga intentó lavar la imagen del jurado y el fracaso fue rotundo. Esto debería de hacerles replantear algunas veces ciertas actitudes que van en contra de la voluntad popular.

Me dicen que no es el único caso de “enchufe” en las cortes. No tengo pruebas para demostrar que es así. Si las tuviera las publicaría. Pero no me valen conocidos y amiguismos sin más. Todos los jurados conocen a alguien en las fallas que van a juzgar en alguna disciplina, es imposible que no sea así. El mundo de las fallas es muy pequeño aunque no lo parezca.

Por cierto, mi relación con la otra comisión afectada es excelente, a su fallera mayor de este año  ya la he entrevistado hasta dos veces, a su presidenta una y a su fallera mayor infantil hasta tres veces. Y puede que ésta otra comisión si que tuviera motivos para estar enfadada conmigo, pero cosas de las fallas, con la verdaderamente afectada no ha pasado nada. ¿Por qué?

Si alguien hice daño lo siento, pero si en Junta no se me hubiera menospreciado y ninguneado, posiblemente esto no hubiera pasado. Sin contar que la corte 2012 deben de saber que una de ellas ha estado ahí porque sucedió todo esto, si no es posible que alguna de ellas no hubieran sido corte.

Y reitero que, también posiblemente, Manuel Andrés fuera quien menos tuvo que ver en todo esto. 

sábado, 29 de diciembre de 2012

Capitulo 33. MESES DE TRANQUILIDAD.


Después de la historia anterior, y siendo ya abril, tras haber pasado unas fallas tranquilas, seguía siendo una emisora fallera. No había demasiada historia por aquellos meses. Seguíamos haciendo lo mismo, música por la mañana, el Levante UD por el mediodía y las fallas a partir de las 4 de la tarde en sesión continua hasta las 9 de la mañana del día siguiente.

Nuestra tónica no variaba. Se habían afianzado lo que yo llamaba "especiales" de las 8 de la tarde que aún hoy en día siguen. La única variación es la de los viernes tras la marcha de nuestro buen amigo Tono Fagoaga para dedicarse parcialmente a la política, pero dejando su puesto bien cubierto con Manolo Marzal quien le dio otro aire distinto al programa (ni mejor ni peor, solo diferente). Seguíamos con las entrevistas a comisiones falleras, entrevistas colectivas a falleras mayores de agrupaciones, retransmisiones de plenos y asambleas...

Seguíamos haciendo los programas, eso si, con una crítica más suave, no era tan dura como meses atrás pero nuestra forma de hacer los programas no había cambiado. Algunos hechos llamativos pero nada que ver con lo anteriormente acontecido. De hecho la tranquilidad fue importante. Esto duró varios meses

Por entonces comenzaba un problema añadido, la publicidad no entraba en la medida que se necesitaba para poder mantener la emisora. Intentábamos crear facturación pero era difícil.
Así llegó un momento en el que me dieron un ultimátum.

Era a finales de mayo de 2011, coincidía con las elecciones municipales en las que se rumoreaba que Rita Barberá no iba a seguir contando con Félix Crespo como concejal de fiestas lo que suponía un cambio importante en Junta.
En una reunión habitual con la dirección de los propietarios del dial 98.7 se planteó que el tema no podía seguir así, que el dinero generado no cubría lo necesario para seguir manteniendo la emisora. lamentablemente tuve que tomar de nuevo una decisión. Me dijeron que me daban de plazo hasta finales de junio para seguir renovando nuestra relación.

Pensé que si no era capaz de superar esa fecha me veía en julio sin emisora y sin programa. Así que decidí dejarla en la primera semana de junio. Así me tomaba un tiempo para replantear la situación. Pero también veía si era posible aterrizar en otra emisora para que cuando comenzaran las preselecciones con las retransmisiones y las entrevistas a las chicas, ya estuviera afianzado. Era complicado comenzar una nueva andadura el mismo mes que las preselecciones, así que decidí que si había que cambiar, cuanto antes mejor.

Afortunadamente solo fue una semana el tiempo que me costó cerrar un acuerdo con Onda Uno, 96.6 para hacer un programa de 4 horas diarios de fallas. Al lunes siguiente ya estabamos otra vez en antena con Nuestras Fallas pero con una salvedad, era partido, dos horas de 2 a 4 del mediodía, y dos horas de 9 a 11 de la noche. No me gustaba partir el programa, pero era lo que había y no podía pedir mucho más.

Llegó finales de junio y nos visitó por primera vez Paco Lledó como presidente de Junta Central Fallera. Era nuestra primera visita presidencial a los estudios nuevos. Así fue el primer contacto con el presidente actual. Nos causó buena sensación. Nos dio la impresión de que nos conocía muy bien, o por lo menos le habían asesorado muy bien de detalles nuestros. Cosa que entonces agradecimos.

Las preselecciones estaban a la vuelta de la esquina y las preparamos como los años anteriores. Era el quinto año que las íbamos a hacer y comenzamos a trabajar en ellas.

La publicidad necesaria era menor y la fuimos consiguiendo. De nuevo la tranquilidad volvía a nuestros programas. Parecía que el tema estaba de nuevo tranquilo.
Tanto trasiego y tanto cambio había mermado sin duda nuestra penetración en el mundo fallero. A eso se le unía la proliferación de espacios falleros. Habíamos perdido popularidad y había gente que nos había perdido de vista, tanto que incluso pensaba que ya no hacíamos programa hasta que nos veían en actos o eventos y les decíamos que si. Fue otra vez el trabajo de recuperar seguidores, a pesar que el Facebook para entonces ya nos hacía un papel importantísimo pues nos permitía mantener informados a una buena cantidad de "amigos" que iban conociendo nuestras andanzas en las ondas.

Pero muchos otros que no tenían acceos a las red de redes nos habían perdido. Aunque el boca a boca funcionaba en parte.
Era lo que había y no podíamos mas que seguir. Afortunadamente la estela de lo hecho anteriormente daba confianza a los anunciantes quienes seguían confiando en nosotros sabiendo y conociendo que teníamos muchos seguidores que nos buscaban.

Estábamos en julio, hicimos las preselecciones y las entrevistas a todas las chicas y niñas preseleccionadas. Conseguimos nuestro objetivo y el conocimiento de nuestro programa volvió a ser importante gracias al esfuerzo realizado por todos los colaboradores. Nos íbamos de vacaciones y Nuestras Fallas había recuperado una parte importante de su audiencia. Era el primer verano en el que no me iba a preocupar de la programación pues no dependía de mi como en los años anteriores. Era una situación rara, por una parte la tranquilidad de no tener que estar escuchando todo el día la emisora para ver si los programas programados salían de acuerdo con lo previsto, y por otra la falta de tensión que eso suponía, y es que cuando uno está acostumbrado a una rutina adornada con un trabajo que te gusta, cuando no los tienes parece que te falta algo.

Pero nos fuimos de vacaciones a descansar después de los dos últimos meses diferentes que habíamos superado. Puede que la tranquilidad vivida en los meses anteriores hiciera que esta etapa de junio y julio me la tomara con mas calma y me pillara más relajado para poder asumir un nuevo cambio como lo hice.

Esperábamos septiembre para seguir con la rutina, jurados de cortes, elección de las nuevas cortes, etc.

Pero lo que no esperábamos era lo que iba a suceder en septiembre. Nadie lo sabíamos pero quedaban pocas semanas para que un hecho marcara la elección de las cortes 2012. Un hecho que hizo que mi persona se viera envuelta en muchos comentarios. Que lo que dije y escribí tuviera una transcendencia inesperada. Que un simple correo electrónico moviera tanto, generara tantos corrillos y diera tema a tantos minutos de radio en otras emisoras.

Fue un momento difícil nuevamente el que me disponía a vivir. Pero marcó un antes y un después. Esto lo digo aunque en ese momento no era consciente de lo que esto iba a suponer.

En el próximo capítulo contaré como viví los días desde que publiqué el correo hasta que se celebró la elección de las cortes 2012.
Aunque en el verano ya había habido escándalo sobre el tema, pero fue como siempre, protestas sin dirección que no llevaban a ninguna parte pero que provocaron un caldo de cultivo para lo que en septiembre se produjo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Capítulo 32. MI RADIO vs MI RADIO.


Tras el descanso de agosto que vino muy bien para recomponer lo que había sucedido en los meses anteriores, en principio se presentaba tranquilo. Nos disponíamos a vivir otro mes de elección de cortes, de entrevistas, de llamada de la alcaldesa…

Parecía que la tormenta había pasado pero se venía otro capítulo que al principio me haría mucho daño pero duró poco, es como cuando vas al dentista para que te quiten una muela, primero te duele mucho el pinchazo pero luego se te duerme y cuando despierta ya no te duele nada porque el mal ha terminado. Aquí el pinchazo fue de varias semanas y el despertar feliz tan solo tardó un par de meses.

La elección de las cortes la retransmitimos por el 98.7, todavía Música y Fallas Radio. Sin problemas y sin oposición. Las entrevistas a las cortes las hicimos en directo en un programa maratoniano que duró desde las 4 de la tarde hasta casi las 10 de la noche. Una locura que no he vuelto a repetir. Las pobres chicas y nosotros acabamos agotados.

Los programas se iban sucediendo pero un día recibo una llamada en la que me indican que Vicente Alventosa se había quedado una radio “para él”.
-         ¿Una radio para él?
-         Si, si para él, aunque me cuentan que es con algún socio.
 Bueno, me quedo pensando pero sigo a la mía. No me iba a dejar llevar por una información que, aún confiando totalmente en la persona que me lo dijo, no me inquietaba de momento. Pero si que me puso en guardia.

Las noticias se iban sucediendo en torno al hecho. Los rumores cada vez se extendían más. Hasta que un día me llegó la confirmación porque la persona que le iba a “vender” la emisora era conocida mía, Sergio, y mantuve conversaciones años atrás para otros temas. No me fue difícil hacer el seguimiento. El rastro era muy sencillo. En este mundo de la radio valenciana local no hay ni secretos ni escondrijos, se sabe todo. Es muy reducido. Ya lo vi cuando hice los programas del Levante U.D. y lo seguí viendo entonces.

La operación de la nueva radio estaba ya cerrada. Se aproximaba la fecha de inauguración y yo seguía haciendo programas pero también seguía recibiendo información.

Ya había fecha para la apertura, el 11 de noviembre de 2009. En esta fecha abriría Mi Radio como emisora fallera. Eran 7 los socios aunque solo algunos de ellos ponían dinero, sería Alonso Salvador (q.e.p.d.) quien pondría la mayor parte del capital según la información que me llegaba, Enrique Vizcaino, Pascual Pérez, Rafa Ramírez, Vicente Sanz, Amadeo Sánchez y el propio Alventosa quienes figurarían como socios. Unos poniendo dinero, los otros pagando sus participaciones con horas de trabajo sin poner un euro efectivo, solo su tiempo. Un sistema singular de montar una sociedad. Pero bueno, no soy quien para criticar o alabar. Solo comento esto a nivel de curiosidad para que entendáis algunos comentarios posteriores.

A mi me preocupó, y me puse a pensar desdoblado. Por una parte el tema comercial y por otra el tema de popularidad.
Recién salido de la época mas negra de Música y Fallas Radio, había ganas de una regeneración radiofónica. Mi Radio tenía la oportunidad de llevarse esa audiencia que pedía más frescura en la programación y recobrar los aspectos desenfadados del 100.9 en sus inicios. Entonces intenté regenerar estos dos puntos. Afortunadamente el comercial no me preocupaba en exceso pues los clientes iban entrando de la particular forma que tengo que captarlos y que no voy a desvelar aquí, es evidente. Pero en la popular si porque esto podría redundar en una bajada de facturación a la larga.

Entonces se me ocurrió una forma de llamar la atención en la medida de lo posible. Como Música y Fallas Radio, como empresa (S.L) empezaba a tener problemas al mezclarse con Música y Fallas Radio como emisora, pues decidí cambiar el nombre a la emisora. Después de barajar varios nombres y pensar algo que diera otra imagen que hiciera olvidar la etapa anterior decidí que el nombre sería “Onda Fallera”. Así lo hice. Y la fecha del cambio también fue estudiada. El día 9 de noviembre pues el día 11 se inauguraba Mi Radio, pensé que el hecho de empezar a nadar con el nombre de Onda Fallera dos días antes podía crear alguna confusión a los oyentes y traté de minimizar el efecto que la apertura de Mi Radio iba a provocar. Me crearon un nuevo logo, el que ahora conocéis del fuego con ondas grises.

Así, Onda Fallera, comenzaba su andadura el 9 de noviembre de 2009. dos días después abría Mi Radio en el 90.1 de la F.M.

Se iniciaba la lucha en las ondas. Yo, que tuve que hacerme todo desde la nada, con ayudas del banco y sin nadie que me dijera lo que tenía que hacer para seguir adelante, me tenía que enfrentar a un grupo de gente que había tenido en mi casa todo abierto para que hicieran lo que quisieran y pudieran hablar de lo que les diera la gana. Les enseñé lo poco que yo sabía de radio. Les di todo y ahora se aliaban contra mi por que yo no quise dejarles mangonear en mi emisora. Porque les puse coto y dije que hasta aquí hemos llegado y corté toda relación.
Además yo contaba con la desventaja que la publicidad mediática que ellos tenían yo nunca la tuve. Ellos contaban con un dinero puesto con alegría para que todo aquello tuviera una repercusión grande. A mi nadie me dijo nunca toma este dinero y pon en marcha una emisora. Puede que en el fuero interno de alguno de ellos pensaran que eso me pasaba por no dejarlos hacer lo que ellos querían.

La lucha era desigual… inicialmente. Porque luego no tardó mucho en cambiar las tornas. Pero vamos por partes.

A la inauguración fue un montón de gente, fallera mayor recién elegida (Laura Caballero) presidente de JCF, concejales socialistas, otros medios, etc. etc. algunos de ellos con ganas de que esta emisora fuera la puntilla para un servidor. Para acabar e una vez conmigo y que yo dejara de hacer radio.

Lo mejor fue cuando me enteré de la programación: ¡calcada de la que yo tenía! Igual, igual, igual. ¡Vamos! Que no habían tenido ni la delicadeza de intentar cambiar nada para no coincidir. Yo  pensaba que si es que entre tantos socios no habían tenido la suficiente capacidad de crear algo nuevo y tenían tan poca creatividad que me tenían que imitar.
Siete socios para hacer lo mismo que yo. Un montón de dinero para igualarme. Mucha parafernalia para copiarme la programación. ¡Viva la creatividad!

Me quedé alucinado. ¿Cómo podían hacer eso? ¿Cómo me podían calcar la programación? ¿No tenían más recursos? Tuve momentos de desconciertos. Una vez más la vida radiofónica me ponía a prueba.

Tras ver los horarios tomé una decisión que aún hoy considero muy acertada. Adelanté mi programa de fallas de 14,00 a 17,00 las tres horas que ellos hacían de 17,00 a 20,00 yo las hacía antes. Pero luego, hasta las 7 de la tarde que ponía una entrevista de falla y a las 8 los “especiales” que habían comenzado su andadura por aquel entonces (especiales que aún hoy siguen cada tarde a las 21,00 horas con casi los mismos colaboradores) lo que hacía era repetir las dos primeras horas de programas. Es decir que de dos a cinco era en directo y de 5 a 7 grabado las dos primeras horas. ¿Por qué hice esto? Pues hoy lo puedo contar:

Por una parte me adelanté para estar por delante de ellos. Si yo decía una noticia antes de las 5, cuando ellos empezaran tenían que decir lo mismo que yo. Y quien me escuchara a las 2 ya no les escuchaba a las 5 pues repetían lo mismo.
Por otra al repetir a las 5, les seguía haciendo la competencia en horario pues de 5 a 7 coincidíamos, pero con la salvedad de que lo normal es que los oyentes de las 14,00 no fuesen los mismos de las 17,00 pero los temas más interesantes fueran tratados antes de ellos y a la vez coincidieran con ellos.
Y una tercera era la confusión que esto creaba, pues veían que desde las 2 de la tarde hasta las 10 de la noche nosotros estábamos constantemente hablando de fallas. Más luego desde las 12 de la noche hasta las 9 de la mañana repetición constante. Es decir, desde las 2 de la tarde hasta las 9 de la mañana fallas, fallas, fallas.

A todo esto tenía en cuenta otro detalle que no me pasaba desapercibido desde las primeras de cambio. La “oficialidad” de sus programas y el constante pasteleo empalagoso. Uno puede decir las cosas bonitas, pero cuando lo endulza mucho, lo empalaga tanto que la gente no puede digerirlo. Esos momentos en los que te apetece más un plato de aceitunas y cebolla en vinagre que está muy bueno, que un pastel de chocolate, fresa, vainilla, trufa y nata envuelto en chocolate blanco con almendra garrapiñada y lacasitos por fuera en una base de dulce de leche.

Y con estas alforjas me decidí a afrontar otra prueba de fuego en mi corta andadura radiofónica. No tenía otra. Si la publicidad entraba solo me quedaba aguantar los envites de la audiencia. Y ahí que me eché a andar.

En esta ocasión la página web de Junta, fallas.com, nos trató igual que a ellos. Me publicaron una noticia igual que a ellos. Luego a ellos un reportaje de la inauguración que, como dije, fueron las falleras mayores, el presidente, etc. etc. hecho que hizo que el ridículo posterior fuese aún mayor. Pero bueno, eso luego.

Los tenía a ellos enfrente, pero de facto también tenía a cierta gente de Junta, de los otros medios y de algún otro círculo que ahora no toca.

Al principio fue deslumbrante, la verdad. Yo los oían y me preocupaba. Pero no podía dejar llevarme por la desazón de ver que desigual que había sido la puesta en marcha de la emisora. Ellos se dedicaron a visitar a clientes míos a través de una comercial que yo tenía y que ficharon para que me tocara clientes. Había gente que venían a la emisora antigua mía que ahora hacían labores comerciales cuando antes nunca se dignaron a traerme a nadie, bueno si, a algún cliente que luego me reprocharon que no tuviese ningún detalle con ellos. No sé, como nos les hubiera dado un regalo… porque con estos precios poco podía hacer. Pero bueno, a veces piensas  que la gente te ayuda porque quiere que vayas bien y luego te das cuenta que lo que realmente quiere es otra cosa. Pero todo es darle tiempo al tiempo.

Resistí las primeras semanas. Llegó Navidad y afortunadamente yo seguía vivo y notaba que algo se iba desinflando en la acera de enfrente. Detalles, comentarios. Mirad, yo les escuchaba y al principio eran ciento y la madre haciendo el programa. Estaban todo el día allí como un niño con zapatos nuevos. Y es que el micrófono es muy bonito. Todo fiesta y fiesta. ¡Pero amigo! Los meses van pasando, los pagos van cayendo y de fiesta no vive una emisora. Una emisora vive de publicidad. Y la publicidad que se necesitaba para mantener tanta gente, tanto socio y tanta estructura era mucha y pocos los que se remangaban para intentar traerla. Así un par de meses después ya se veía algo de decadencia.

Yo seguía aguantando marea. Pero los rumores se intensificaban.
 Mientras tanto veía como desde Junta, desde la delegación de medios (otra vez, lo siento) en lugar de pedirme a mi una grabación de las asambleas (yo llevaba tres años haciéndolas y solo me las pidieron una vez) a las primeras de cambio se las pidieron a ellos. Medios que habían criticado que yo era “pirata” ahora iban como invitados a otra emisora “pirata” igual que yo y ahora no pasaba nada. Vamos distinto rasero. Totalmente interesado.

El apoyo de tanta gente a Mi Radio seguía pareciéndome que era para ver si yo me hundía. Pero este apoyo también duró poco.

Aun así tengo que desvelar un hecho para mi muy triste. La Federación de Fallas con Especial Ingenio y Gracia celebraba el 28 de diciembre, como es habitual, una fiesta con la entrega de los premio I+G, etc. y como el año anterior la iba a retransmitir. Pero su presidente (sigue siendo el mismo ahora) me pidió que no lo hiciera. Vamos, que poco menos que invitó a que no fuera por allí.
El día del acto veo que Mi Radio lo retransmite en directo. Y a mi esto me sentó muy mal. Pero peor me sentó que siendo casi todos los presidentes de las fallas que lo componían conocidos y amigos, nadie le pidiera responsabilidades a Ramón Lluch. Además de que cuando Fayos leyó la propuesta de cambios de premios que esta Federación propuso y se burló descaradamente, fui yo quien puso sobre el hecho al presidente de la Federación de lo que había sucedido. Y mira, así me lo agradecieron.

Pero fue llegar enero, febrero y paulatinamente los programas de fallas de ellos caían en calidad, descendían en color, llegada y interés para el público. Así me lo hacía llegar los propios oyentes. En estas fechas los actos a los que asistíamos eran numerosos. Todo me llegaba. Incluso que uno de los socios decía y confesaba que nuestro programa de fallas le daba mil vueltas al otro. Algo que no me sorprendía pues los había tenido a todos y, radiofónicamente hablando, sabía de que pie cojeaba cada uno. Lo que si me sorprendió fue el corto espacio de tiempo en el que comenzó la degradación interna, con abandonos, expulsiones y deterioro progresivo

En abril más menos, dejaron de emitir y la vendieron a otro grupo. Lo que sucedió me da igual, me contaron cosas pero no me interesan.
Lo que demostró si que lo quiero comentar. Si yo les hubiera dejado en sus manos la emisora como me pedían para hacer ese tipo de programas, ese tipo de gestión, ese tipo de línea editorial, les hubiera pasado igual que les pasó con Mi Radio.
Me demostré  mi mismo que mis decisiones, unas tras otras, eran acertadas.

Seis meses después de calcarme la programación, de intentar demostrar que yo estaba equivocado, de intentar hundirme, Mi Radio como emisora fallera desaparecía. Dejaba de emitir y el envite, una vez más, era mío.
La constancia de no dejarme llevar por el derrotismo y ofrecerme día a día a los oyentes como soy yo, sin mentiras, me había permitido seguir adelante en esta tormenta en la que intentaron que zozobrara mi nave. Ahora los que les rieron las gracias, los que apoyaron, los que fueron a la inauguración con pompa y boato veían como aquello fue flor de un día,

El programa Nuestras Fallas ha superado las 1300 ediciones. El 18 de octubre de este año 2012 (esto lo escribo una semana antes) cumple seis años en antena y sigue más fuerte que nunca.

Yo nunca he puesto en marcha algo para hundir a alguien. Cuando empecé el programa lo puse a las 4 de la tarde para no coincidir con ningún otro medio. Luego no me vi correspondido. Da igual.

El sufrimiento había acabado. Lo que no te mata te hace fuerte. Creo que si.

Con el 2010 y el cierre de Mi Radio, la tranquilidad se adueñó durante un tiempo. Pero no terminan los movimientos. Esto para otro capítulo. Mi radio (Onda Fallera) había vencido a Mi Radio (90.1)

P.D. Que quede claro que no le guardo rencor a nadie. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

lunes, 8 de octubre de 2012

Capítulo 31. VERANO AZUL... OSCURO.


Aunque sucedió todo lo que he contado en el anterior capítulo, los programas seguían, los actos de fallas continuaban, las entrevistas se sucedían. En lo básico y fundamental nada había cambiado afortunadamente. Y sentía el apoyo mayoritario de los oyentes, y no porque lo diga yo ahora, sino porque así me lo indicaba la audiencia allá por donde iba. Me daban ánimos. Pero lo más importante es que los anunciantes seguían contratando. Señal que sabían que la cosa no iba mal. Aunque eso sí, en menor medida.

El verano había comenzado con estos avatares que he contado en el capítulo anterior. Pero era solo el inicio. Seguía preparando las preselecciones y las entrevistas a las preseleccionadas como veníamos haciendo desde el año 2007. eran pues las terceras cortes que íbamos a tener.

El terremoto primaveral y el hecho de que no había ningún acto oficial hasta la batalla de flores hacía presagiar que el trajín de julio daría tranquilidad, pero nada más lejos de la realidad.

A la comentada conversación con Félix sobre el tema de la delegación de medios, se unían dos hechos que ahora detallaré, uno interno y otro externo.

El interno sucedió en las retransmisiones de las preselecciones cuando en una llamada a Rafa se dejó el móvil abierto y escuché ciertas cosas que no esperaba. Me llevé una gran decepción. Al finalizar la noche le agradecí los servicios prestados. Cuando se despidió, Raquel le acompañó cerrando un nuevo capítulo de colaboradores que habían tenido en mi casa todas las  puertas abiertas pero no entendieron que siendo empleados o solo colaboradores, siempre hay una persona que dirige a quien hay que apoyar incondicionalmente mientras se esté dentro y comentar a la cara los posibles desacuerdos. Nuevamente se repetía la historia pero esta vez menos traumática. A rey muerto, rey puesto. Conté con otros colaboradores, muchos de los cuales aún hoy en día, tres años después, siguen con nosotros.


El externo era más grave. El día 7 de julio recibí una carta de la Generalitat Valenciana en la que me sancionaban con 60.001 euros por no cortar en marzo las emisiones tal y como me habían apercibido. Ya había llegado la carta que podéis ver reproducida en parte arriba con la sanción correspondiente.

Esa misma tarde me puse manos a la obra y negocié con la Mega Radio la posibilidad de hacer el programa de fallas en la emisora. Pero me llevé una grata sorpresa. Me alquilaba la frecuencia 98.7 de la FM para que la explotara. Esto me dio la posibilidad de continuar con la emisión íntegra de toda la programación en otra frecuencia. Ante este hecho y el consejo de la asesoría no dudé ni un momento.

Tengo que indicar que para entonces ya había acumulado varios recibos pendientes del alquiler del local y de la empresa que comercializa la señal. Algo que nunca entenderé, resulta que la señal del 100.9 entre otras la comercializa una empresa ajena (entonces se llamaba Retevisión, ahora Abertis Telecom) sin embargo a ellos no les venía ninguna denuncia, si a mi que solo la explotaba. Curioso, raro y sospechoso. Pero bueno. Esto lo detallaré en otro momento.
El cúmulo de circunstancias me hizo cambiar en plenas preselecciones y en pleno mes de julio con lo que esto suponía. El único temor era que los anunciantes no entendieran el cambio y me dieran la espalda. Afortunadamente no fue así y ellos siguieron toda la campaña de julio. Desde aquí quiero agradecer que ellos entendieran las razones que argumenté entonces perfectamente documentadas.

El día 8 no emití, pero el día 9 de julio comenzaba conjuntamente las emisiones en el 100.9 y en el 98.7 con el anuncio constante del cambio. El día 12 de julio cortaba definitivamente la señal del 100.9 y comenzaba una nueva etapa (otra etapa) en un nuevo estudio aunque seguía llamando Música y Fallas Radio a la nueva emisora.

Ahora no sé como pero entonces mantuve la calma e intenté que este cambio que era más traumático que el anterior con la marcha de Vicente (por eso dije que no era lo peor que me había pasado) y conseguí un trasvase paulatino de oyentes de una frecuencia a otra.

Consulté con un gabinete jurídico de Madrid para ver si me podía apoyar en temas de frecuencias con el ministerio y con la Generalitat y me dijeron que si, me vendieron bien el tema pues me contaron que varias emisoras en España con la misma situación que yo habían conseguido regularizar la situación y seguían emitiendo algunas incluso con resoluciones judiciales a su favor. Pero para iniciar las gestiones, solo para iniciarlas, me pedían 6.000 euros. Luego veríamos. Evidentemente les agradecí su apoyo “moral” pero no me podía permitir este dispendio sin garantía.

Total que definitivamente cerré Música y Fallas Radio en Burjasot y me marché a Valencia, al barrio de San Isidro.

¡Hala! A comenzar otra etapa. Pero bueno, ya estaba acostumbrado y tenía que rehacer la audiencia. Para entonces utilicé en la medida de lo posible las redes sociales.

Pero bien, el tema siguió funcionando y llegó el final de julio y con él el final de las preselecciones y de las entrevistas a las chicas que se consiguió hacer por tercer año. Había superado una nueva barrera.

Pero las vacaciones no habían comenzado para mi. Una persona muy influyente en Junta me invitó a mantener una reunión con él en un despacho sobre la relación de la emisora con Junta. Acepté y la primera semana de agosto asistía a esta reunión. En plenas vacaciones y descanso me apetecía mucho tener esta conversación que hacía tiempo deseaba.

Y allí que me fui. Nada más entrar hubo un detalle que me llamó la atención pero al principio no le di más importancia. Esta persona se dejó el móvil en una mesa contigua pero alejado de él. No es normal que cuando hablas con alguien en una reunión personal se deje el móvil algo lejos en lugar de tenerlo entre las manos, incluso jugando con él. Pero no le di más importancia.

Iniciamos la conversación y hay varios temas que no voy a tocar aquí pero si que puede que utilice en otros capítulos. Hablaré de los más importante para mí.

Me pidió dedicarme a lo que hacían las fallas sin entrar en  opiniones. Es decir, parte de lo que hacemos, semanas culturales, actos bonitos, etc. y no me metiera en berenjenales como las historias que habían sucedido. Es decir, poco menos me “invitaba” a que dejara mi parte crítica y me convirtiera en otro más de los medios que solo hablan de lo dulce que son las fallas y lo bello que es la vida. Está claro que yo no iba a tragar. Pero intuí en sus palabras algo como que… “ya has visto lo que ha pasado con el 100.9, podemos seguir así”. No sé, me pareció algo así.

Mi respuesta a este punto fue clara. Yo iba a seguir en mi línea y no tenía intención de cambiar. Es decir, no iba a ceder en sus intenciones.

Me reprochó que parecía como si fuera el juez de todo lo que pasaba en la fiesta y le respondí que no era el juez de nada, que solo me dedicaba a dar mi opinión sobre temas que para mi eran importantes en la fiesta pero que nadie hablaba de ellos y eso me llamaba la atención. Y por eso yo no pedía permiso a nadie para hablar de esto.

Luego, tras la afirmación que intentaba amedrentarme diciendo que había conseguido poner a todos los medios de acuerdo contra mi y que yo le contestara que eso ni me importaba ni me iba a hacer cambiar de opinión, para mi vino lo más importante y lo que de alguna forma hizo variar el sentido de la conversación y provocó algo que me certificó mis sospechas iniciales.

Me acusó poco menos de ser un bocazas y de decir todo lo que me llegaba, soltando todo lo que me contaban y contando cosas sin contrastar. Ante lo segundo le dije que hasta ahora en noticias (y hoy sigue siendo así) nadie ha demostrado que algo que nosotros dijéramos era mentira. Puede que en opiniones no estuvieran de acuerdo, pero en hechos hasta ahora nadie ha podido decir que hemos mentido. Eso si, equivocado nos hemos equivocado varias veces.

A la primera afirmación me despaché a gusto. Le empecé a relatar cosas que me habían llegado y que no había dicho nada. Algunas, o varias de esas cosas esta persona estaba por el medio. Me remonté a varios años atrás y su cara cambió radicalmente. Vio que era cierto pues esta persona conocía los temas de los que estaba hablando y sabía que lo que yo le decía era cierto. Aún así intentó decirme que yo no podía demostrar nada. Le contesté que no hacía falta contar las cosas abiertamente para crear una imagen de lo sucedido en la realidad y abrir un debate público sobre algunos temas que no le hubiera gustado nada. En fin, que habían muchos detalles que no he sacado a la luz.

De inmediato, cogió el móvil que había en la mesa contigua, se disculpó, y comenzó a hablar con él. A mi me dio la impresión que no marcaba ni nada, lo que me daba que pensar que lo había dejado abierto para que otra persona escuchara la conversación que esta persona y yo mantuvimos. Esto a mi me gustó, pues si era quien yo pensaba me alegraba de que lo hubiera escuchado todo en lugar de tener que esperar a ver que le contaba pudiendo distorsionar la conversación hacia donde le pudiera interesar. Salió del despacho y al cabo de varios minutos volvió. Una actitud impropia de quien está contigo una mañana de agosto tranquilo en una reunión privada.

Al volver poco quedaba ya que hablar. Se dio cuenta que yo no pensaba cambiar, como así lo he hecho, y que mi postura seguía imparable.

Al ver como el cierre del 100.9 no había hecho que yo callara me convocó a esta reunión que me vino muy bien. Clarificamos todo y cada uno sabíamos lo que pensaba el otro. Me fui de vacaciones merecidas tras una primavera difícil y un mes de julio estresante.Recargué las pilas. 
Agosto había llegado. Septiembre se preparaba tranquilo. Y lo fue, pero luego…

En el siguiente capítulo.

domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 30. PRIMAVERA CALIENTE.


La primavera del 2009 fue algo para olvidar. Después de lo acontecido en el capítulo anterior, abril, mayo y junio se presentaban inciertos. Intentaré sintetizar algunos hecho que considero más relevantes sin caer en la descalificación gratuita y esperando que se entienda que todo sucedió en el contexto de las fechas en las que estamos hablando y que en ningún momento intento proyectar aquello sobre la situación actual que, afortunadamente, en muchos aspectos ha variado considerablemente a mejor.

La entrada de Raquel y Rafa llevó a unos programas más críticos en los que la tensión entre Junta y Música y Fallas Radio iba creciendo. El momento más álgido de esta situación hostil se produjo en la presentación del libro “Vivir las Fallas” en las que unos comentarios que arremetían contra la organización del acto y su puesta en escena por parte de los colaboradores desembocó en un hecho desagradable que sucedió al finalizar la Asamblea del mes de Mayo cuando al finalizar la misma, estando conmigo Raquel, vinieron Gabi y Bea, entonces secretaria de la delegación de medios, a recriminarme lo que habíamos dicho. Yo le dije en buenas palabras que no quería tener allí esta conversación, pero ellos insistían gritando que si, que lo querían resolver allí.

El momento se fue calentando hasta que el propio vicepresidente Jorge Guarro tuvo que intervenir puesto que mi negativa a hablar del tema delante de una persona que ellos no sabían quien era y en un momento en el que yo estaba recogiendo los aparatos de la retransmisión de la Asamblea, iba en aumento con el cabreo de ambos. Intenté mantener la tranquilidad y eso les puso más nerviosos. Al final no quise entrar y les dije que cuando quisieran hablábamos pero fuera de allí. No era ni momento ni lugar. El tema quedó mal y fue la comidilla en los corrillos posteriores que se forman en las afueras del Ayuntamiento al finalizar cada asamblea y, como no, en los corrillos del Ateneo donde varios presidentes y “hombres fuertes” de las fallas se reúnen a tomarse el último café antes de irse a casa.

Un inciso: sobre las retransmisiones de las asambleas me cuentan que cuando las iniciamos allá por enero de 2007, algunos presidentes que aprovechaban estas para volver más tarde a casa de lo acostumbrado, tenían la excusa. Pero desde que comencé a hacerlas en directo se quedaban sin esta excusa puesto que sus mujeres podían oir la radio y sabían cuando había terminado. Esto nunca supe si fue leyenda fallera o realidad.

Volvemos al momento. Tras esta acometida aún quedaba lo peor. En el Pleno de junio, apenas tres semanas después, al finalizar el mismo, se leyó un comunicado en el que la delegación de medios en pleno censuraba nuestras formas y hacían piña en torno a su delegado, Gabi, criticando con dureza nuestras formas. Fue un comunicado duro contra nosotros pero que me vino muy bien. Iba a servir para destapar ciertas prácticas de entonces y poder hablar con claridad total del asunto. En lugar de hundirme, aquel comunicado me sirvió para reivindicar mis peticiones históricas.

 Esa misma noche me quedé en la emisora repasando cosas, audios, documentos y recogiendo datos para contraatacar al día siguiente. Un día en el que estoy seguro que muchos de los que oyeron el Pleno estarían pendientes de por donde iba yo.

Al día siguiente, mientras que desarrollaba las actividades propias de una empresa, como cada mañana, yo seguía recabando cosas y datos. Me preguntaba como podían haber firmado este comunicado todos los componentes de entonces de la delegación cuando alguno incluso me conoce de Burjassot desde que yo era pequeño y tocaba en la banda de cornetas y tambores con él como “Cabo de cornetas” y habíamos coincidido mas de 10 años en la misma falla con una amistad que aún hoy conservo con su mujer y sus hijas.

Entonces le llamé por teléfono:

-         ¿Enrique?
-         Dime Pepe.
-         Oye, una cosita, ¿tu has firmado el comunicado de la delegación de medios?
No quise darle ningún dato más para que no intuyera nada y ver la realidad de los hechos.
-         Pepe, no sé de que comunicado me hablas. Llevo más de un mes sin ir a Junta por un tema personal. ¿Sobre que es?
-         Nada, no te preocupes ya hablamos.
-         ¿Pero que pasa?
-         Nada, tranquilo, ya hablamos.
-         Vale, Pepe, como tú quieras.

La primera en la frente. En el comunicado leído, habían nombrado como que todos habían firmado. Incluso él. Aquello ya me dio una razón para que viera que se había hecho de una forma algo chapucera. Incluso el vicepresidente me confirmó que no lo quiso firmar porque sabía que “nos iban a llover ostias” y no iba a beneficiar para nada a la delegación.

Recapitulamos. El vicepresidente de manera inteligente no quiso firmar, y así lo dijo en el comunicado. Un delegado no había firmado y lo pusieron como que si, es decir, mintieron. Los hechos comentado en contra mía eran tan vacios que no tenían justificación.

El programa del día siguiente a las 4 fue durante la primera hora y media un repaso intenso y lleno de indignación por mi parte a lo que había sucedido la noche anterior. Demostré que era un comunicado lleno de falsedades y de un intento infructuoso de que cambiara mi actitud ante la delegación. Yo no estaba dispuesto a dar algo a cambio de nada. Me habían insultado gravemente y me habían cuestionado mi trabajo de forma totalmente falsa argumentando hechos que saltaban  a la luz que no se correspondían con la realidad. Me dolió mucho todo aquello. Es cierto que era ácido en mis críticas, pero no eran menos subjetivos con el trato a nuestra emisora. La guerra estaba abierta. Solo una persona podía pararla. Félix Crespo quien a día de hoy aún no entiendo como permitió que se leyera este comunicado. Ni Fayos tampoco. Aunque es algo que nunca he tratado con ellos. Puede que algún día lo haga.

Tras lo leído en el Pleno de junio, esperaba que en la Asamblea dijera algo Félix, pero no, no dijo nada y el asunto se cerró momentáneamente.

Fue precisamente Félix Crespo con quien mantuve una conversación en la entrega de los premios del campeonato de parchís y truc de Junta en los jardines del Palau al finalizar el mismo. Tras unas breves palabras que quedan para nuestra intimidad, terminé diciendo que si, que yo pasaba página pero que la delegación también lo hiciera. O todos moros o todos cristianos.

La tensión se apaciguó algo pero no fue lo que a mi me hubiera gustado. Aún hoy en día me sigo preguntando otra cosa: ¿Quién era de verdad el que manejaba los hilos de la delegación de medios por aquel entonces? Un misterio sin resolver.

La consecuencia de todo esto es que desde entonces Música y Fallas Radio desapareció de fallas.com y ya podíamos estar en los actos que estuviéramos, ya podíamos ir donde fuéramos, que nunca nos sacaban una foto nuestra y si de otros medios mas “amigos”. El agravio fue en aumento y lo que es peor, permitido por la cúpula.

Aún con el cabreo que esto suponía, había algo positivo. Era que a pesar de las dificultades económicas, de personal, internas etc. Música y Fallas Radio, el programa Nuestras Fallas y Pepe Herrero seguían muy vivos en la fiesta. Lo que decíamos preocupaba y creo que era por la falta de control sobre nuestras decisiones. Sigo pensando que al depender solo de mi, sin ningún jefe que me dicte la línea a seguir y sin ningún punto de debilidad al que agarrarse para arremeter contra mi o intentar hundirme la impotencia crecía entre los que pienso que intentaban controlarme o los que mandaban a estos que intentaban controlarme.

Y digo esto porque en el próximo capítulo contaré algo que sucedió en pleno mes de agosto tras un mes de julio ajetreado. Tras la primavera caliente viene el verano movidito movidito. Unos meses para no olvidar.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Capítulo 29. EL AMANACER DEL DÍA DESPUÉS. PERO CON UN PALO MUY GORDO.

Tras su marcha y tenerme que oir cosas como que “mi línea editorial no invitaba a que otros medios vinieran a la radio”, cosa que en el momento que estábamos no me preocupaba, recuerdo que yo a los medios los hice protagonistas durante el primer año y ellos pasaron de mi, comenzaba el programa sin Vicente.

Ferrán Gil se ofreció voluntariamente a cubrir el hueco que quedaba. Un Ferrán Gil que había sido fiel desde los principios y, que con sus conocimientos profundos de la fiesta por su dilatada actividad en todos los ámbitos de la misma y con una gran cantidad de conocidos, podía aportar un punto de vista diferente a los temas tratados.

Se iniciaba una nueva etapa y los programas comenzaron a ser más serios y con una profundidad distinta. Algunas tonterías se dejaron de lado y cuando una entrevista era seria, lo era desde el principio al final. Pero cuando tenía que ser distendida y con bromas lo era.

Yo era consciente que esto acarreaba una migración de oyentes. Un cambio en la audiencia que tenía que intentar que fuera lo menos traumático. Y la mejor forma de conseguirlo era seguir la línea que tenía y tratar las noticias con la misma rigurosidad sin olvidar los puntos clave que nos habían hecho ser diferentes.

Por eso desde el primer programa del “día después” seguí como si no hubiera pasado nada. Pero internamente me había quitado una carga importante. Hablo siempre desde el prisma del programa. Porque interiormente aún tenía que arreglar algunos temas.

Si, le quedé a deber dinero del finiquito y demás. Pero muy poca cantidad para mis cuentas. Aunque tuve que soportar como en la Merced, en la presentación de bocetos me montara el numerito para que le pagara y luego sentarse al lado de sus amiguitos de los otros medios que no me hablaban para reírse: “¿ves la que le he montado, ves?, este seguro que me paga”. Pero el que ríe último ríe mejor.

Lo demás lo dejé en manos de la accesoria, que para eso están. Aunque esto arrastró alguna marcha posterior que al final fue hasta positiva. Si había contaminación, lo mejor era limpiar lo que estuviera afectado. Y así sucedió. La naturaleza actuó. Incluso con alguna persona que después de estar ocho años trabajando conmigo, resulta que ahora yo era muy malo. ¡Que casualidad! Antes no había problema, se juntan y mira. Pues nada, “enemigo que huye, puente de plata”.

La depuración interna iba sucediéndose paralelamente a la progresión de los programas. Y aquí quiero hacer un inciso para explicar una realidad que he visto en mis años de radio:

Los oyentes nos son los mismos siempre. Hay un bloque que son fieles, pero hay un flujo constante que entran, salen, se quedan un tiempo, se van, vuelven, nos escuchan intermitentemente, cambian de horario en el trabajo y durante un tiempo no nos escuchan o al revés. ¿Esto que quiere decir? Pues que la audiencia que había perdido no iba a ir a recuperarla porque no estaba dispuesto a darles mi versión de lo sucedido cuando se estaban vertiendo miles de mentiras sobre mi. Pensé que lo mejor era, como estaba acostumbrado, generar una nueva audiencia. Y me pues manos a la obra. No voy a contar como pues esto lo dejo para mi “secreto profesional” que me ha permitido hasta en tres ocasiones cambiar sin que lo más importante que son los anunciantes se vean traumatizados. Y así lo hice y así lo conseguí. El nuevo flujo se iba instalando. Y estos eran oyentes “normales” menos participativos, pero más serios y constantes. No te llamaban para pedirte que quitaras publicidad u otras chorradas.

Con esta situación, en pocos días el programa se estabilizó. Y es que procuramos que la imagen fuese de normalidad. Y así lo fue, no solo la imagen, si no la realidad. En tan solo dos o tres programas volvimos a estar centrados en lo nuestro.

Por las mañanas música, al mediodía las tertulias, por la tarde fallas que se reponían por la noche y de madrugada.

Para entonces ya había estallado la crisis, la burbuja inmobiliaria había explotado y la situación se iba complicando.

Mientras que hacía los programas llegamos a la Navidad de aquel año y seguíamos rodando. Me planteé, ante los problemas que se nos venían encima, recapitalizar y reestructurar la empresa y quedé con algunos empresarios de otros ramos que en ocasiones se había anunciado con nosotros en mantener conversaciones para que entraran con participaciones en la emisora.

Inicié las conversaciones en enero y quedamos que cuando pasaran las fallas hablaríamos. Mientras, los programas y retransmisiones habían recobrado la normalidad total, exaltación, mascletás, plenos, asambleas.

Alguien parecía que estaba esperando que nos hundiéramos, como que sin alguien de los que se habían ido no estaba la emisora no funcionaría. Y nada más lejos de la realidad. La emisora se había reforzado pasando unos de los meses más tranquilos de los dos últimos años.

Llegaron las fallas y durante los paseos nocturnos previos a la semana de fallas tuve algunos encuentros que no depararon más allá de miradas y cuchicheos. Sin más.

Pero cuando pasan las fallas de aquel año 2009 sucede lo imprevisto. Llega una carta de la Generalitat Valenciana indicándome que Música y Fallas Radio tenía que cerrar por no tener licencia.

Después del trajín interno, después de haber retomado el vuelo con la programación estable, me venía este palo. Me acerqué a la asesoría quien me indicó que es lo que tenía que hacer. Me presenté en la propia Generalitat Valenciana. Tuve una conversación con la persona que en nombre de Dora Ibars me envió la carta y lo tuve muy claro.

Le dije que por qué a mi si y a otras emisoras no. Me dijo que estaban en concurso y hasta que no se resolviera no podía enviársela. El concurso, a fecha de hoy cuando estoy escribiendo esto, aún no se ha resuelto, imaginaos que desmadre.

También le dije que porque otras emisoras que tenían licencia fuera de Valencia emitían en Valencia con una potencia brutal y me dijo que el solo atendía lo que los inspectores le enviaban. Es decir, que había un inspector que me estaba “vigilando”. Sigo pensando que a través del partido alguien movió hilos para que me cerraran

Hoy en día me pregunto ¿por qué? ¿Tendría algo que ver con la línea crítica que estaba utilizando y molestaba siendo por eso por lo que uno de los primeros en recibir la carta fui yo? Y es que luego fueron otras emisoras.

Eso si, las grandes que emiten con el doble de potencia permitida no las tocan, y en ese caso incumplen la legalidad igual que yo.

Vi que no había nada que rascar y me limité a esperar. Suspendí todas las conversaciones pendientes con los posibles inversores y me dediqué a seguir mis programas. Ya veríamos donde llegaba esto.

Mientras tanto fui invitando a colaboradores para que me hicieran sus espacios y también entraron a participar en el programa dos oyentes, Raquel y Rafa que protagonizaron un episodio con la delegación de medios (otra ves la delegación de medios) que contaré en el próximo capítulo.

Esta situación me había hecho crear un estado de ánimo que durante los meses de abril, mayo y junio de 2009 me hizo cegarme en una etapa negra del programa donde hoy veo que ahí me equivoqué, pero duró eso, tres meses, menos mal. Mis críticas eran duras, demasiado con varias situaciones, mis comentarios constantes hacía que el programa se tornase agrio y fueron meses difíciles. Incluso me planteé dejar la radio. Tras la tranquilidad antes de fallas, después se tornó en marea y era ajena a los motivos acaecidos antes de Navidad. Era como si en el micrófono descargara toda mi impotencia por no poder hacer nada y sentirme totalmente agraviado por la situación. Aunque si lo miras de forma positiva, puede que aquello hiciera que mis fuerzas no decayeran y me sirviera como terapia. A veces pienso que por eso sigo aquí, porque ni me deprimí ni me hundí. Eso puede que me costara audiencia, pero el flujo del que hablaba antes me hizo sobrevivir. Aunque en ese momento no era consciente.

En el próximo capítulo detallaré lo que sucedió en los meses más negros sin duda, del programa Nuestras Fallas. Pero viendo lo positivo, digo que si superé aquello quería decir que el programa estaba fuerte. Aún así no fue el peor momento.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Capítulo 28. HECHOS AISLADOS.

En este capítulo os contaré varias cosas que fueron sucediendo y que he dejado para que, una vez situados en el tiempo, sepáis detalles. No son todas, porque fueron muchas, pero si que son algunas que hasta esa fecha, octubre 2008, fueron sucediéndose. No guardan una relación en tiempo. Pero si que considero que debéis de conocerlas. Las cuatro de una forma o de otra, fueron vividas intensamente en nuestra emisora.

La primera es de la falla Pza. Dr. Collado. Nosotros no habíamos hecho ninguna presentación de falla. Pero en este caso, debido a una circunstancia personal hicimos una excepción.

La fallera mayor infantil de aquel año (creo recordar 2008) tenía una tía que no podía asistir por padecer una grave enfermedad y estaba hospitalizada. Ella había sido una de las que movieron para que la niña pudiera estar ahí y ahora no podía ir a la presentación en el Salón Forsañ de Massanasa. Entonces se pusieron en contacto con nosotros y de inmediato todos los compañeros aceptamos hacerlo de forma altruista. Vía telefónica retransmitimos en directo la presentación de aquel año así la tía de la niña pudo vivir vía radio el acto. La falla tuvo el detalle de invitarnos a cenar después de la presentación a los compañeros que hicimos posible la retransmisión. Aceptamos de buen gusto aunque ellos sabían que nosotros lo hicimos de corazón y por humanidad.

Al poco tiempo, la tía que era muy joven, creo recordar que poco más de 30 años, falleció. No pudo superar la enfermedad. Aquella noche nos sentimos reconfortados por el cariño que desde la comisión y los familiares de la niña y la chica nos mostraron. Aunque luego conocer el desenlace nos apenó a la vez que sentimos como por la radio, la chica había vivido la presentación. Es algo que nunca olvidaré. La relación con esta comisión siempre ha sido muy buena en general. Aquel año decidieron otorgarnos el Premio Lonja el cual guardo con mucho afecto.

En la exaltación, creo que también de aquel año, sucedió algo curioso. Cuando finalizó la exaltación de las niñas, la alcaldesa no le gustó nada como iban las niñas vestidas por el excesivo vuelo del traje. La exclamación de Rita Barberá, mostrando un desconocimiento de lo que hablaba, fue “No me gusta el alçaor que llevan las niñas”. Esto fue publicado en Las Provincias y generó un malentendido tan grande que aún a día de hoy no se ha solucionado. Me explico.

El alçaor es una prenda de vestir con nombre propio. La alcaldesa usó esta palabra como prenda genérica, es decir, como can-can o ahuecador. Pero al publicarse en el diario, de inmediato en Junta se pusieron manos a la obra para pedir a Mavimar que no entregara más alçaores. Pero lo bueno es que las niñas ¡no llevaban un alçaor, llevaban una prenda distinta! Llevaban otro ahuecador. Con el alçaor, los trajes no se subían así. Quedaban y quedan mucho mejor. Pero la cerrazón de la alcaldesa que no quiso entrar en razones y la falta de tacto de Junta hizo lo demás. ¡Claro! Si se destapaba esto, la alcaldesa quedaba como ignorante. Pero es que así quedó como prepotente pues se equivocó y no lo reconoció. O nadie se lo hizo reconocer.

Lo cierto es que, después de 6 ó 7 años regalando el alçaor a las cortes y a las falleras mayores de Valencia, a Mavimar se le prohibió regalar la prenda ¡cuando ellas no habían tenido nada que ver! ¡era solo el nombre que la alcaldesa había utilizado!

Total, que los unos por los otros la casa sin barrer.

¿Qué ha pasado? Pues que de regalar los alçaores a las cortes para que los tuvieran gratis, se ha pasado a que la práctica totalidad de las chicas de la corte tienen alçaores y se los tienen que comprar, siendo los más utilizados en las cortes desde entonces.

Un malentendido que te demuestra que en temas oficiales de este tipo es muy difícil admitir un error. Mavimar no tenía nada que ver, sin embargo, por una maldita palabra de la alcaldesa Rita Barberá y que ningún de sus pelotas le hiciera ver el error, se le prohibió a Victoria regalar la prenda. Y nadie en Junta hizo nada por arreglar el tema, y si lo hizo su esfuerzo fue en vano.

El único medio que nos hicimos eco fuimos nosotros. Música y Fallas Radio. ¿Os suena esto de algo?

Otro aspecto desagradable que lamentablemente se repite con asiduidad es el tema de algunos concejales.

Voy a hablar de la concejalía de parques y jardines quienes a través de algunos inspectores, de forma traicionera y para mi ruín, denunciaron a varias fallas en la semana de fallas por atar cuerdas a árboles, mobiliario urbano, farolas o señales de tráfico cuando en otros años se había hecho sin problemas y no había sucedido nada.

Aquel año, como digo a traición, los inspectores se liaron a poner denuncias y se quedaron solos y a gusto. Tanto que en una Asamblea, Félix Crespo tuvo que intervenir y tuvo que parar los pies a su compañero de partido y corporación que llevaba el tema y quitar todas las multas. Algo vergonzoso que denota que a muchos concejales del Ayuntamiento de Valencia se les debería de dar clases de lo que suponen las fallas en Valencia y que no nos maltraten de esa forma.

Luego ves como para campañas electorales los políticos usan farolas y mobiliario urbano y piensas si que es que ellos, los políticos, tienen más derecho que nosotros. Igual que cuando ves que no te permiten atar nada a los árboles y en la Feria de Julio, usan los árboles del río como postes y no pasa nada.

Igual sucede con el concejal de la EMT que cuando hay verbenas no quiere desviar ningún autobús y luego cada semana tiene que desviar líneas por los mercadillos y no pasa nada. Por ejemplo.

Detalles que muestran que algunos concejales no miran por las fallas y que Félix Crespo ha tenido que trabajar y negociar con ellos para que no sean tan duros con las fallas.

Los únicos que hablamos del tema fuimos nosotros. ¿Os sigue sonando de algo?

Y por ese tiempo también hubo un tema que me sorprendió por la forma en que se llevó. Fue el retraso en entregar las solicitudes de las candidatas a las preselecciones. Y ocurrió de una forma para mi sorprendente.

Un día, llego a Junta para retransmitir el Pleno y me viene Vicente Fayos a hablar conmigo, cosa que en el tiempo que hemos coincidido creo que solo ha sucedido esta vez. Si ha sido otra no lo recuerdo. Mirad si no era para que me llamase la atención.

Me dijo lo que había sucedido con el retraso y que, incluso, algún presidente había llevado a su fallera mayor a que le llorara en su despacho, lo cual Fayos le molestaba y con toda la razón. No era de recibo. Habías entregado tarde la solicitud y como presidente tenías una responsabilidad

El hecho es que yo defendí a Junta pues tenían toda la razón. Ese año. Digo ese año porque siempre me ha llamado la atención que otros años no hubiera sucedido. Y es que siempre hay retrasos en todos los concursos de Junta y entonces ¿no los habría habido en las preseleccionadas?

Y yo me preguntaba: ¿Por qué este año se ha montado la que se ha montado? Porque si no recuerdo mal eran 14 ó 16 entre chicas y niñas. No sé, es hoy en día y aquello me sigue sonando raro. Me argumentarán lo que quieran, me dirán versiones, lo que sea. Pero aquello me sonó muy raro. No acierto ha adivinar hoy en día que sucedió.

Luego recibí felicitaciones de Fayos y Begoña por defenderlos. Yo les di las gracias, pero les dije que siempre digo lo que pienso, que lo saben y no era por dorarles la píldora a ellos.

El hecho es que por primera vez se llevaba a la Asamblea el tema del retraso para readmitir a las candidatas que no llegaron.

Lo que no sé si algún año alguna se ha quedado fuera y no ha pasado nada. No sé si algún otro año algún presidente ha tenido que morder el polvo y pagar su despiste, o por el contrario ha sido admitida “de tapadillo” pues nadie repasa las listas expuestas en Junta, o casi nadie.

Sea como sea, aquel año era todo muy extraño. Tan extraño como que dos de las “no presentadas” fueron elegidas cortes.

Veamos, el porcentaje de presentadas sobre las elegidas cada año aproximadamente es de un 4%. Sin embargo el porcentaje de las elegidas sobre las “no presentadas” fue del 12%. Es decir, de unas 600 más o menos salieron 24 y de 16 “no presentadas” salieron 2. ¿No os llama la atención la diferencia de porcentaje? ¿Alguien movió algo para que ese tema se llevara a Asamblea cuando nunca se había llevado? ¿Alguien tenía tanta influencia que pudo mover este tema? ¿Por qué nunca había sucedido algo así? ¿A que visto así es llamativo?

Luego, en Asamblea, se vio como había sectores cuyos presidentes no solían ir y en esta fueron en bloque para apoyar a las falleras mayores de sus sectores y así votar a favor que salieran. La votación salió positiva y creó un precedente que aún hoy en día vemos como se está produciendo. Aunque el año pasado Paco Lledó lo dejó muy claro, daba paso a las dos que se “olvidaron” pero que para este año ya no sería así.

Yo siempre he dicho que un tema de este calado y esta sensibilidad, Junta debería de tomar medidas. Porque tu entregas tarde tu participación en un concurso o campeonato, y vale. No participas y no pasa nada, el cabreo y ya está. Pero con las chicas y las niñas, con un tema tan delicado, yo articularía un sistema de control a través de los delegados de sector para que fueran estos los que estuvieran atentos. Es decir, que si ven tres días antes que falta alguna falla por entregar, no les costaría nada que el secretario general les dijera las fallas que faltan y estos se pusieran en contacto con los presidentes correspondientes para que estén pendientes, y si estos les confirman que no tienen candidatas ya están seguros.

Pero esto es una idea para Junta que no estaría mal.

Después de estos cuatro apuntes, en el próximo capítulo seguiré con la historia de la radio, Música y Fallas Radio, en el día después.

viernes, 31 de agosto de 2012

Capítulo 27. SE CIERRA UNA ETAPA. SE ABRE OTRA.

Y llegó julio. Un mes marcado como sabéis por las preselecciones y por las entrevistas a las preseleccionadas como suele ser habitual. Por ello los problemas se “disfrazaron” y no salieron tanto a la luz como cosas anteriores. Pero no había esa conexión que nos había caracterizado y que nos hizo tan populares dos años antes.

Aún así, tengo que reconocer que cara al público, los programas salían sin aparentar nada o casi nada. Y así me lo observaban gente cercana que conocía perfectamente lo que estaba sucediendo dentro.

Las retransmisiones de las noches se iban haciendo. Las entrevistas a las preseleccionadas se iban desarrollando conforme a lo previsto y nada parecía presagiar que esto se fuera a romper.

Algunos detalles daban cuenta de la poca ilusión con la que alguien trabajaba, como era dormirse en el micrófono y tener que sustituirle otro colaborador que se ofreció en vista del estado en el que vio a esta persona. Era verano, las noches eran tentadoras sobre todo si se pasaban con nueva compañía. Pero la falta de profesionalidad se podía ver acentuada por el mal ambiente que se vivía dentro de la emisora y derivó en un mes en el que se sacaron los programas a trancas y barrancas. Pero se sacaron.

Había pendiente una conversación para final de mes, antes de irnos de vacaciones pero sucedió en el mismo día dos cosas inesperadas.

Una fue que escuché una conversación de dos personas de forma inesperada y en la que estas dos personas creían que no las escuchaba. Es conversación me aclaró muchas cosas que si bien no tenía duda, siempre tienes la esperanza de que no sea así. Pero sin duda era cierto lo que se pensaba de mí.

La otra es que una persona cercana a la emisora se nos sinceró y nos puso al día de muchas cosas que desconocía pero que se intuía por el mal ambiente reinante dentro.

No diré que yo tenía la razón absoluta, pero si que tenía mi razón. Una razón que si se me explica, se me razona y se me hace ver que estoy equivocado puedo rectificar. Pero si en lugar de razonar lo que no estas de acuerdo te dedicas a pregonarlo y comentarlo con todo el mundo poniendo a la persona responsable a parir y no lo comentas con él, puede llegar el caso que esta persona se entere y es cuando tenga que tomar medidas.

La conversación que íbamos a mantener antes de vacaciones la pospuse para la última semana de vacaciones antes de incorporarnos a trabajar. Tenía que recoger mas datos para saber por donde andaba el tema. Lo acontecido ese día hizo que tuviera que recopilar esta información.

Y llegó esa semana en un mes en el que escuché cosas que hasta ahora no sabía.

Tuve una conversación con Vicente y tras ofrecerme una propuesta en la que el haría la parte digamos “bonita” del programa, me dejaba a mi la espinosa. Yo le dije que no, que de esta forma cada uno tendríamos un programa y eso no podía ser. Le vi manejado y teledirigido. El nunca me había dicho nada de eso. Pero sobre todo lo pensé cuando empezamos a debatir sobre las horas trabajadas y el trabajo que iba a realizar.

No discutí, le ofrecí que a partir de ahora haría sus 8 horas diarias con el sueldo según convenio y nada más.

El horario que entonces puse en el programa fue a partir de las 7 de la tarde. Era una nueva apuesta porque quería poner a las e de la tarde un magazine fuera de lo fallero. Pero eso no resultó como esperábamos y al poco volví al horario habitual.

Como el tenía que seguir su horario, le dije que estaría de 9 de la mañana a 2 de la tarde y de 7 a 10 de la noche. El programa seguía y a Vicente lo despedía a las 10 en punto. Así cumplía su horario.

Llegó el día de la elección de las cortes en Pabellón de la Fuente de San Luis. Él y otra persona me preguntaron si los iba a acreditar. Yo les dije que no. Uno por ser quien le estaba aconsejando sobre como tratar los temas y otro porque no quería que me dijera nada de las horas. Así que, como la elección era sábado por la noche, no lo acredité.

La sorpresa mía vino cuando los vi con una acreditación de otro medio. Mi indignación iba por dos partes. Por una el estaba trabajando para mi y como no le di acreditación se la pide a otro medio. Y por otra parte la delegación de medios quienes conocían perfectamente que Vicente trabajaba para mi y se la dan. Entonces yo me preguntaba ¿para que tanto pedirme los nombres, apellidos y DNI de los colaboradores de Música y Fallas Radio si luego a los demás medios les daban las acreditaciones como ellos quisieran? ¿No me podía sentir indignado por que solo era yo el “controlado”? ¿Por qué a mi si y a los demás medios no? Y es que ellos sabía perfectamente que Vicente trabajaba conmigo y sin embargo no les extraña que vaya con una acreditación de otro medio. Uno llega a pensar que si pero que también pensaban que sin él la emisora no saldría adelante y dándole la acreditación rompía mas nuestra unión. Era para pensarlo de verdad.

Lo cierto es que a partir del año siguiente las acreditaciones van personalizadas con nombres y DNI. El mensaje que envíe en el programa siguiente se ve que llegó perfectamente.

El malestar interno seguía avanzando. No había marcha atrás. Vicente, un valor importante de la radio se dejaba llevar por consejos erróneos y seguía su camino errante en la emisora. Todo esto hasta que llegó mediados de octubre.

Un día me llama una persona y me dice:

- Pepe, sabes que el día… es el cumpleaños de Vicente, ¿no?
- Si, lo sé. Cuéntame.
- Pues sus amigos (los que en junio le habían aclamado como un emperador en la falla Centenar de la Ploma, los que en septiembre llamaban para que me pusiera mas publi por la tarde porque por la mañana querían escucharlo a él) van a bombardear de llamadas el programa de la mañana y van a hacer algo parecido a lo de Catarroja pero en directo en el programa de la mañana.

Evidentemente no voy a decir quien era mi fuente. Pero era totalmente cierto pues lo contrasté con otra u otras personas.

Entonces, dos días antes de su cumpleaños tomé una decisión. Hablé con la asesoría y le pregunté si le podía dar tres días mas de vacaciones a parte de las que le dí en verano. Me dijeron que si, que no había ningún problema y que se lo diera por escrito.

Así lo hice. Le di tres días de vacaciones y el día de su cumpleaños no recibimos ninguna llamada porque le pedí al sustituto que no diera entrada a ninguna.

Ahí no quedaba todo. Cuando se iba a cumplir la mini vacaciones, el día anterior, me volvieron a llamar y me dijeron que lo que se había quedado pendiente por parte de sus amigos-oyentes lo iban a hacer ese día, el primero que volvía.

Si no quise que aquello se convirtiera en un pasteleo a nadie el día de su cumpleaños, menos quería que fuese dos días después. Así que volví a darle una semana más de vacaciones. Una semana que no se cumplió porque antes de que acabara me traía su baja voluntaria de la empresa.

Ese día de la segunda quincena de octubre finalizaba una relación que fue bonita mientras que se basó en la sinceridad mutua. Lo lamenté pero la emisora seguía y yo seguía. No podía bajar la guardia. Se que ahora cierta gente iba a ponerme en el punto de mira de los comentarios. Pero no me preocupaba pues sabía que el tiempo pondría a cada uno en su sitio. Y es hoy en día y cada vez estoy más convencido. Yo sigo haciendo Nuestras Fallas, el primer y único magazine de la radio dedicado exclusivamente a las fallas y ahora con más y mejores colaboradores. Casi tres años con ellos así lo certifica.

Se abría una nueva etapa. Si poner en marcha la emisora fue un gran reto. Ahora el reto era mayor. Demostrar que nadie es imprescindible. Y a por ello que me fui.

Como este capítulo ha ocupado varios meses de historia interna, en el próximo capítulo hablaré de cosas que paralelamente sucedieron en el exterior de la emisora y me refiero a temas falleros.