miércoles, 10 de octubre de 2012

Capítulo 32. MI RADIO vs MI RADIO.


Tras el descanso de agosto que vino muy bien para recomponer lo que había sucedido en los meses anteriores, en principio se presentaba tranquilo. Nos disponíamos a vivir otro mes de elección de cortes, de entrevistas, de llamada de la alcaldesa…

Parecía que la tormenta había pasado pero se venía otro capítulo que al principio me haría mucho daño pero duró poco, es como cuando vas al dentista para que te quiten una muela, primero te duele mucho el pinchazo pero luego se te duerme y cuando despierta ya no te duele nada porque el mal ha terminado. Aquí el pinchazo fue de varias semanas y el despertar feliz tan solo tardó un par de meses.

La elección de las cortes la retransmitimos por el 98.7, todavía Música y Fallas Radio. Sin problemas y sin oposición. Las entrevistas a las cortes las hicimos en directo en un programa maratoniano que duró desde las 4 de la tarde hasta casi las 10 de la noche. Una locura que no he vuelto a repetir. Las pobres chicas y nosotros acabamos agotados.

Los programas se iban sucediendo pero un día recibo una llamada en la que me indican que Vicente Alventosa se había quedado una radio “para él”.
-         ¿Una radio para él?
-         Si, si para él, aunque me cuentan que es con algún socio.
 Bueno, me quedo pensando pero sigo a la mía. No me iba a dejar llevar por una información que, aún confiando totalmente en la persona que me lo dijo, no me inquietaba de momento. Pero si que me puso en guardia.

Las noticias se iban sucediendo en torno al hecho. Los rumores cada vez se extendían más. Hasta que un día me llegó la confirmación porque la persona que le iba a “vender” la emisora era conocida mía, Sergio, y mantuve conversaciones años atrás para otros temas. No me fue difícil hacer el seguimiento. El rastro era muy sencillo. En este mundo de la radio valenciana local no hay ni secretos ni escondrijos, se sabe todo. Es muy reducido. Ya lo vi cuando hice los programas del Levante U.D. y lo seguí viendo entonces.

La operación de la nueva radio estaba ya cerrada. Se aproximaba la fecha de inauguración y yo seguía haciendo programas pero también seguía recibiendo información.

Ya había fecha para la apertura, el 11 de noviembre de 2009. En esta fecha abriría Mi Radio como emisora fallera. Eran 7 los socios aunque solo algunos de ellos ponían dinero, sería Alonso Salvador (q.e.p.d.) quien pondría la mayor parte del capital según la información que me llegaba, Enrique Vizcaino, Pascual Pérez, Rafa Ramírez, Vicente Sanz, Amadeo Sánchez y el propio Alventosa quienes figurarían como socios. Unos poniendo dinero, los otros pagando sus participaciones con horas de trabajo sin poner un euro efectivo, solo su tiempo. Un sistema singular de montar una sociedad. Pero bueno, no soy quien para criticar o alabar. Solo comento esto a nivel de curiosidad para que entendáis algunos comentarios posteriores.

A mi me preocupó, y me puse a pensar desdoblado. Por una parte el tema comercial y por otra el tema de popularidad.
Recién salido de la época mas negra de Música y Fallas Radio, había ganas de una regeneración radiofónica. Mi Radio tenía la oportunidad de llevarse esa audiencia que pedía más frescura en la programación y recobrar los aspectos desenfadados del 100.9 en sus inicios. Entonces intenté regenerar estos dos puntos. Afortunadamente el comercial no me preocupaba en exceso pues los clientes iban entrando de la particular forma que tengo que captarlos y que no voy a desvelar aquí, es evidente. Pero en la popular si porque esto podría redundar en una bajada de facturación a la larga.

Entonces se me ocurrió una forma de llamar la atención en la medida de lo posible. Como Música y Fallas Radio, como empresa (S.L) empezaba a tener problemas al mezclarse con Música y Fallas Radio como emisora, pues decidí cambiar el nombre a la emisora. Después de barajar varios nombres y pensar algo que diera otra imagen que hiciera olvidar la etapa anterior decidí que el nombre sería “Onda Fallera”. Así lo hice. Y la fecha del cambio también fue estudiada. El día 9 de noviembre pues el día 11 se inauguraba Mi Radio, pensé que el hecho de empezar a nadar con el nombre de Onda Fallera dos días antes podía crear alguna confusión a los oyentes y traté de minimizar el efecto que la apertura de Mi Radio iba a provocar. Me crearon un nuevo logo, el que ahora conocéis del fuego con ondas grises.

Así, Onda Fallera, comenzaba su andadura el 9 de noviembre de 2009. dos días después abría Mi Radio en el 90.1 de la F.M.

Se iniciaba la lucha en las ondas. Yo, que tuve que hacerme todo desde la nada, con ayudas del banco y sin nadie que me dijera lo que tenía que hacer para seguir adelante, me tenía que enfrentar a un grupo de gente que había tenido en mi casa todo abierto para que hicieran lo que quisieran y pudieran hablar de lo que les diera la gana. Les enseñé lo poco que yo sabía de radio. Les di todo y ahora se aliaban contra mi por que yo no quise dejarles mangonear en mi emisora. Porque les puse coto y dije que hasta aquí hemos llegado y corté toda relación.
Además yo contaba con la desventaja que la publicidad mediática que ellos tenían yo nunca la tuve. Ellos contaban con un dinero puesto con alegría para que todo aquello tuviera una repercusión grande. A mi nadie me dijo nunca toma este dinero y pon en marcha una emisora. Puede que en el fuero interno de alguno de ellos pensaran que eso me pasaba por no dejarlos hacer lo que ellos querían.

La lucha era desigual… inicialmente. Porque luego no tardó mucho en cambiar las tornas. Pero vamos por partes.

A la inauguración fue un montón de gente, fallera mayor recién elegida (Laura Caballero) presidente de JCF, concejales socialistas, otros medios, etc. etc. algunos de ellos con ganas de que esta emisora fuera la puntilla para un servidor. Para acabar e una vez conmigo y que yo dejara de hacer radio.

Lo mejor fue cuando me enteré de la programación: ¡calcada de la que yo tenía! Igual, igual, igual. ¡Vamos! Que no habían tenido ni la delicadeza de intentar cambiar nada para no coincidir. Yo  pensaba que si es que entre tantos socios no habían tenido la suficiente capacidad de crear algo nuevo y tenían tan poca creatividad que me tenían que imitar.
Siete socios para hacer lo mismo que yo. Un montón de dinero para igualarme. Mucha parafernalia para copiarme la programación. ¡Viva la creatividad!

Me quedé alucinado. ¿Cómo podían hacer eso? ¿Cómo me podían calcar la programación? ¿No tenían más recursos? Tuve momentos de desconciertos. Una vez más la vida radiofónica me ponía a prueba.

Tras ver los horarios tomé una decisión que aún hoy considero muy acertada. Adelanté mi programa de fallas de 14,00 a 17,00 las tres horas que ellos hacían de 17,00 a 20,00 yo las hacía antes. Pero luego, hasta las 7 de la tarde que ponía una entrevista de falla y a las 8 los “especiales” que habían comenzado su andadura por aquel entonces (especiales que aún hoy siguen cada tarde a las 21,00 horas con casi los mismos colaboradores) lo que hacía era repetir las dos primeras horas de programas. Es decir que de dos a cinco era en directo y de 5 a 7 grabado las dos primeras horas. ¿Por qué hice esto? Pues hoy lo puedo contar:

Por una parte me adelanté para estar por delante de ellos. Si yo decía una noticia antes de las 5, cuando ellos empezaran tenían que decir lo mismo que yo. Y quien me escuchara a las 2 ya no les escuchaba a las 5 pues repetían lo mismo.
Por otra al repetir a las 5, les seguía haciendo la competencia en horario pues de 5 a 7 coincidíamos, pero con la salvedad de que lo normal es que los oyentes de las 14,00 no fuesen los mismos de las 17,00 pero los temas más interesantes fueran tratados antes de ellos y a la vez coincidieran con ellos.
Y una tercera era la confusión que esto creaba, pues veían que desde las 2 de la tarde hasta las 10 de la noche nosotros estábamos constantemente hablando de fallas. Más luego desde las 12 de la noche hasta las 9 de la mañana repetición constante. Es decir, desde las 2 de la tarde hasta las 9 de la mañana fallas, fallas, fallas.

A todo esto tenía en cuenta otro detalle que no me pasaba desapercibido desde las primeras de cambio. La “oficialidad” de sus programas y el constante pasteleo empalagoso. Uno puede decir las cosas bonitas, pero cuando lo endulza mucho, lo empalaga tanto que la gente no puede digerirlo. Esos momentos en los que te apetece más un plato de aceitunas y cebolla en vinagre que está muy bueno, que un pastel de chocolate, fresa, vainilla, trufa y nata envuelto en chocolate blanco con almendra garrapiñada y lacasitos por fuera en una base de dulce de leche.

Y con estas alforjas me decidí a afrontar otra prueba de fuego en mi corta andadura radiofónica. No tenía otra. Si la publicidad entraba solo me quedaba aguantar los envites de la audiencia. Y ahí que me eché a andar.

En esta ocasión la página web de Junta, fallas.com, nos trató igual que a ellos. Me publicaron una noticia igual que a ellos. Luego a ellos un reportaje de la inauguración que, como dije, fueron las falleras mayores, el presidente, etc. etc. hecho que hizo que el ridículo posterior fuese aún mayor. Pero bueno, eso luego.

Los tenía a ellos enfrente, pero de facto también tenía a cierta gente de Junta, de los otros medios y de algún otro círculo que ahora no toca.

Al principio fue deslumbrante, la verdad. Yo los oían y me preocupaba. Pero no podía dejar llevarme por la desazón de ver que desigual que había sido la puesta en marcha de la emisora. Ellos se dedicaron a visitar a clientes míos a través de una comercial que yo tenía y que ficharon para que me tocara clientes. Había gente que venían a la emisora antigua mía que ahora hacían labores comerciales cuando antes nunca se dignaron a traerme a nadie, bueno si, a algún cliente que luego me reprocharon que no tuviese ningún detalle con ellos. No sé, como nos les hubiera dado un regalo… porque con estos precios poco podía hacer. Pero bueno, a veces piensas  que la gente te ayuda porque quiere que vayas bien y luego te das cuenta que lo que realmente quiere es otra cosa. Pero todo es darle tiempo al tiempo.

Resistí las primeras semanas. Llegó Navidad y afortunadamente yo seguía vivo y notaba que algo se iba desinflando en la acera de enfrente. Detalles, comentarios. Mirad, yo les escuchaba y al principio eran ciento y la madre haciendo el programa. Estaban todo el día allí como un niño con zapatos nuevos. Y es que el micrófono es muy bonito. Todo fiesta y fiesta. ¡Pero amigo! Los meses van pasando, los pagos van cayendo y de fiesta no vive una emisora. Una emisora vive de publicidad. Y la publicidad que se necesitaba para mantener tanta gente, tanto socio y tanta estructura era mucha y pocos los que se remangaban para intentar traerla. Así un par de meses después ya se veía algo de decadencia.

Yo seguía aguantando marea. Pero los rumores se intensificaban.
 Mientras tanto veía como desde Junta, desde la delegación de medios (otra vez, lo siento) en lugar de pedirme a mi una grabación de las asambleas (yo llevaba tres años haciéndolas y solo me las pidieron una vez) a las primeras de cambio se las pidieron a ellos. Medios que habían criticado que yo era “pirata” ahora iban como invitados a otra emisora “pirata” igual que yo y ahora no pasaba nada. Vamos distinto rasero. Totalmente interesado.

El apoyo de tanta gente a Mi Radio seguía pareciéndome que era para ver si yo me hundía. Pero este apoyo también duró poco.

Aun así tengo que desvelar un hecho para mi muy triste. La Federación de Fallas con Especial Ingenio y Gracia celebraba el 28 de diciembre, como es habitual, una fiesta con la entrega de los premio I+G, etc. y como el año anterior la iba a retransmitir. Pero su presidente (sigue siendo el mismo ahora) me pidió que no lo hiciera. Vamos, que poco menos que invitó a que no fuera por allí.
El día del acto veo que Mi Radio lo retransmite en directo. Y a mi esto me sentó muy mal. Pero peor me sentó que siendo casi todos los presidentes de las fallas que lo componían conocidos y amigos, nadie le pidiera responsabilidades a Ramón Lluch. Además de que cuando Fayos leyó la propuesta de cambios de premios que esta Federación propuso y se burló descaradamente, fui yo quien puso sobre el hecho al presidente de la Federación de lo que había sucedido. Y mira, así me lo agradecieron.

Pero fue llegar enero, febrero y paulatinamente los programas de fallas de ellos caían en calidad, descendían en color, llegada y interés para el público. Así me lo hacía llegar los propios oyentes. En estas fechas los actos a los que asistíamos eran numerosos. Todo me llegaba. Incluso que uno de los socios decía y confesaba que nuestro programa de fallas le daba mil vueltas al otro. Algo que no me sorprendía pues los había tenido a todos y, radiofónicamente hablando, sabía de que pie cojeaba cada uno. Lo que si me sorprendió fue el corto espacio de tiempo en el que comenzó la degradación interna, con abandonos, expulsiones y deterioro progresivo

En abril más menos, dejaron de emitir y la vendieron a otro grupo. Lo que sucedió me da igual, me contaron cosas pero no me interesan.
Lo que demostró si que lo quiero comentar. Si yo les hubiera dejado en sus manos la emisora como me pedían para hacer ese tipo de programas, ese tipo de gestión, ese tipo de línea editorial, les hubiera pasado igual que les pasó con Mi Radio.
Me demostré  mi mismo que mis decisiones, unas tras otras, eran acertadas.

Seis meses después de calcarme la programación, de intentar demostrar que yo estaba equivocado, de intentar hundirme, Mi Radio como emisora fallera desaparecía. Dejaba de emitir y el envite, una vez más, era mío.
La constancia de no dejarme llevar por el derrotismo y ofrecerme día a día a los oyentes como soy yo, sin mentiras, me había permitido seguir adelante en esta tormenta en la que intentaron que zozobrara mi nave. Ahora los que les rieron las gracias, los que apoyaron, los que fueron a la inauguración con pompa y boato veían como aquello fue flor de un día,

El programa Nuestras Fallas ha superado las 1300 ediciones. El 18 de octubre de este año 2012 (esto lo escribo una semana antes) cumple seis años en antena y sigue más fuerte que nunca.

Yo nunca he puesto en marcha algo para hundir a alguien. Cuando empecé el programa lo puse a las 4 de la tarde para no coincidir con ningún otro medio. Luego no me vi correspondido. Da igual.

El sufrimiento había acabado. Lo que no te mata te hace fuerte. Creo que si.

Con el 2010 y el cierre de Mi Radio, la tranquilidad se adueñó durante un tiempo. Pero no terminan los movimientos. Esto para otro capítulo. Mi radio (Onda Fallera) había vencido a Mi Radio (90.1)

P.D. Que quede claro que no le guardo rencor a nadie. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

lunes, 8 de octubre de 2012

Capítulo 31. VERANO AZUL... OSCURO.


Aunque sucedió todo lo que he contado en el anterior capítulo, los programas seguían, los actos de fallas continuaban, las entrevistas se sucedían. En lo básico y fundamental nada había cambiado afortunadamente. Y sentía el apoyo mayoritario de los oyentes, y no porque lo diga yo ahora, sino porque así me lo indicaba la audiencia allá por donde iba. Me daban ánimos. Pero lo más importante es que los anunciantes seguían contratando. Señal que sabían que la cosa no iba mal. Aunque eso sí, en menor medida.

El verano había comenzado con estos avatares que he contado en el capítulo anterior. Pero era solo el inicio. Seguía preparando las preselecciones y las entrevistas a las preseleccionadas como veníamos haciendo desde el año 2007. eran pues las terceras cortes que íbamos a tener.

El terremoto primaveral y el hecho de que no había ningún acto oficial hasta la batalla de flores hacía presagiar que el trajín de julio daría tranquilidad, pero nada más lejos de la realidad.

A la comentada conversación con Félix sobre el tema de la delegación de medios, se unían dos hechos que ahora detallaré, uno interno y otro externo.

El interno sucedió en las retransmisiones de las preselecciones cuando en una llamada a Rafa se dejó el móvil abierto y escuché ciertas cosas que no esperaba. Me llevé una gran decepción. Al finalizar la noche le agradecí los servicios prestados. Cuando se despidió, Raquel le acompañó cerrando un nuevo capítulo de colaboradores que habían tenido en mi casa todas las  puertas abiertas pero no entendieron que siendo empleados o solo colaboradores, siempre hay una persona que dirige a quien hay que apoyar incondicionalmente mientras se esté dentro y comentar a la cara los posibles desacuerdos. Nuevamente se repetía la historia pero esta vez menos traumática. A rey muerto, rey puesto. Conté con otros colaboradores, muchos de los cuales aún hoy en día, tres años después, siguen con nosotros.


El externo era más grave. El día 7 de julio recibí una carta de la Generalitat Valenciana en la que me sancionaban con 60.001 euros por no cortar en marzo las emisiones tal y como me habían apercibido. Ya había llegado la carta que podéis ver reproducida en parte arriba con la sanción correspondiente.

Esa misma tarde me puse manos a la obra y negocié con la Mega Radio la posibilidad de hacer el programa de fallas en la emisora. Pero me llevé una grata sorpresa. Me alquilaba la frecuencia 98.7 de la FM para que la explotara. Esto me dio la posibilidad de continuar con la emisión íntegra de toda la programación en otra frecuencia. Ante este hecho y el consejo de la asesoría no dudé ni un momento.

Tengo que indicar que para entonces ya había acumulado varios recibos pendientes del alquiler del local y de la empresa que comercializa la señal. Algo que nunca entenderé, resulta que la señal del 100.9 entre otras la comercializa una empresa ajena (entonces se llamaba Retevisión, ahora Abertis Telecom) sin embargo a ellos no les venía ninguna denuncia, si a mi que solo la explotaba. Curioso, raro y sospechoso. Pero bueno. Esto lo detallaré en otro momento.
El cúmulo de circunstancias me hizo cambiar en plenas preselecciones y en pleno mes de julio con lo que esto suponía. El único temor era que los anunciantes no entendieran el cambio y me dieran la espalda. Afortunadamente no fue así y ellos siguieron toda la campaña de julio. Desde aquí quiero agradecer que ellos entendieran las razones que argumenté entonces perfectamente documentadas.

El día 8 no emití, pero el día 9 de julio comenzaba conjuntamente las emisiones en el 100.9 y en el 98.7 con el anuncio constante del cambio. El día 12 de julio cortaba definitivamente la señal del 100.9 y comenzaba una nueva etapa (otra etapa) en un nuevo estudio aunque seguía llamando Música y Fallas Radio a la nueva emisora.

Ahora no sé como pero entonces mantuve la calma e intenté que este cambio que era más traumático que el anterior con la marcha de Vicente (por eso dije que no era lo peor que me había pasado) y conseguí un trasvase paulatino de oyentes de una frecuencia a otra.

Consulté con un gabinete jurídico de Madrid para ver si me podía apoyar en temas de frecuencias con el ministerio y con la Generalitat y me dijeron que si, me vendieron bien el tema pues me contaron que varias emisoras en España con la misma situación que yo habían conseguido regularizar la situación y seguían emitiendo algunas incluso con resoluciones judiciales a su favor. Pero para iniciar las gestiones, solo para iniciarlas, me pedían 6.000 euros. Luego veríamos. Evidentemente les agradecí su apoyo “moral” pero no me podía permitir este dispendio sin garantía.

Total que definitivamente cerré Música y Fallas Radio en Burjasot y me marché a Valencia, al barrio de San Isidro.

¡Hala! A comenzar otra etapa. Pero bueno, ya estaba acostumbrado y tenía que rehacer la audiencia. Para entonces utilicé en la medida de lo posible las redes sociales.

Pero bien, el tema siguió funcionando y llegó el final de julio y con él el final de las preselecciones y de las entrevistas a las chicas que se consiguió hacer por tercer año. Había superado una nueva barrera.

Pero las vacaciones no habían comenzado para mi. Una persona muy influyente en Junta me invitó a mantener una reunión con él en un despacho sobre la relación de la emisora con Junta. Acepté y la primera semana de agosto asistía a esta reunión. En plenas vacaciones y descanso me apetecía mucho tener esta conversación que hacía tiempo deseaba.

Y allí que me fui. Nada más entrar hubo un detalle que me llamó la atención pero al principio no le di más importancia. Esta persona se dejó el móvil en una mesa contigua pero alejado de él. No es normal que cuando hablas con alguien en una reunión personal se deje el móvil algo lejos en lugar de tenerlo entre las manos, incluso jugando con él. Pero no le di más importancia.

Iniciamos la conversación y hay varios temas que no voy a tocar aquí pero si que puede que utilice en otros capítulos. Hablaré de los más importante para mí.

Me pidió dedicarme a lo que hacían las fallas sin entrar en  opiniones. Es decir, parte de lo que hacemos, semanas culturales, actos bonitos, etc. y no me metiera en berenjenales como las historias que habían sucedido. Es decir, poco menos me “invitaba” a que dejara mi parte crítica y me convirtiera en otro más de los medios que solo hablan de lo dulce que son las fallas y lo bello que es la vida. Está claro que yo no iba a tragar. Pero intuí en sus palabras algo como que… “ya has visto lo que ha pasado con el 100.9, podemos seguir así”. No sé, me pareció algo así.

Mi respuesta a este punto fue clara. Yo iba a seguir en mi línea y no tenía intención de cambiar. Es decir, no iba a ceder en sus intenciones.

Me reprochó que parecía como si fuera el juez de todo lo que pasaba en la fiesta y le respondí que no era el juez de nada, que solo me dedicaba a dar mi opinión sobre temas que para mi eran importantes en la fiesta pero que nadie hablaba de ellos y eso me llamaba la atención. Y por eso yo no pedía permiso a nadie para hablar de esto.

Luego, tras la afirmación que intentaba amedrentarme diciendo que había conseguido poner a todos los medios de acuerdo contra mi y que yo le contestara que eso ni me importaba ni me iba a hacer cambiar de opinión, para mi vino lo más importante y lo que de alguna forma hizo variar el sentido de la conversación y provocó algo que me certificó mis sospechas iniciales.

Me acusó poco menos de ser un bocazas y de decir todo lo que me llegaba, soltando todo lo que me contaban y contando cosas sin contrastar. Ante lo segundo le dije que hasta ahora en noticias (y hoy sigue siendo así) nadie ha demostrado que algo que nosotros dijéramos era mentira. Puede que en opiniones no estuvieran de acuerdo, pero en hechos hasta ahora nadie ha podido decir que hemos mentido. Eso si, equivocado nos hemos equivocado varias veces.

A la primera afirmación me despaché a gusto. Le empecé a relatar cosas que me habían llegado y que no había dicho nada. Algunas, o varias de esas cosas esta persona estaba por el medio. Me remonté a varios años atrás y su cara cambió radicalmente. Vio que era cierto pues esta persona conocía los temas de los que estaba hablando y sabía que lo que yo le decía era cierto. Aún así intentó decirme que yo no podía demostrar nada. Le contesté que no hacía falta contar las cosas abiertamente para crear una imagen de lo sucedido en la realidad y abrir un debate público sobre algunos temas que no le hubiera gustado nada. En fin, que habían muchos detalles que no he sacado a la luz.

De inmediato, cogió el móvil que había en la mesa contigua, se disculpó, y comenzó a hablar con él. A mi me dio la impresión que no marcaba ni nada, lo que me daba que pensar que lo había dejado abierto para que otra persona escuchara la conversación que esta persona y yo mantuvimos. Esto a mi me gustó, pues si era quien yo pensaba me alegraba de que lo hubiera escuchado todo en lugar de tener que esperar a ver que le contaba pudiendo distorsionar la conversación hacia donde le pudiera interesar. Salió del despacho y al cabo de varios minutos volvió. Una actitud impropia de quien está contigo una mañana de agosto tranquilo en una reunión privada.

Al volver poco quedaba ya que hablar. Se dio cuenta que yo no pensaba cambiar, como así lo he hecho, y que mi postura seguía imparable.

Al ver como el cierre del 100.9 no había hecho que yo callara me convocó a esta reunión que me vino muy bien. Clarificamos todo y cada uno sabíamos lo que pensaba el otro. Me fui de vacaciones merecidas tras una primavera difícil y un mes de julio estresante.Recargué las pilas. 
Agosto había llegado. Septiembre se preparaba tranquilo. Y lo fue, pero luego…

En el siguiente capítulo.

domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 30. PRIMAVERA CALIENTE.


La primavera del 2009 fue algo para olvidar. Después de lo acontecido en el capítulo anterior, abril, mayo y junio se presentaban inciertos. Intentaré sintetizar algunos hecho que considero más relevantes sin caer en la descalificación gratuita y esperando que se entienda que todo sucedió en el contexto de las fechas en las que estamos hablando y que en ningún momento intento proyectar aquello sobre la situación actual que, afortunadamente, en muchos aspectos ha variado considerablemente a mejor.

La entrada de Raquel y Rafa llevó a unos programas más críticos en los que la tensión entre Junta y Música y Fallas Radio iba creciendo. El momento más álgido de esta situación hostil se produjo en la presentación del libro “Vivir las Fallas” en las que unos comentarios que arremetían contra la organización del acto y su puesta en escena por parte de los colaboradores desembocó en un hecho desagradable que sucedió al finalizar la Asamblea del mes de Mayo cuando al finalizar la misma, estando conmigo Raquel, vinieron Gabi y Bea, entonces secretaria de la delegación de medios, a recriminarme lo que habíamos dicho. Yo le dije en buenas palabras que no quería tener allí esta conversación, pero ellos insistían gritando que si, que lo querían resolver allí.

El momento se fue calentando hasta que el propio vicepresidente Jorge Guarro tuvo que intervenir puesto que mi negativa a hablar del tema delante de una persona que ellos no sabían quien era y en un momento en el que yo estaba recogiendo los aparatos de la retransmisión de la Asamblea, iba en aumento con el cabreo de ambos. Intenté mantener la tranquilidad y eso les puso más nerviosos. Al final no quise entrar y les dije que cuando quisieran hablábamos pero fuera de allí. No era ni momento ni lugar. El tema quedó mal y fue la comidilla en los corrillos posteriores que se forman en las afueras del Ayuntamiento al finalizar cada asamblea y, como no, en los corrillos del Ateneo donde varios presidentes y “hombres fuertes” de las fallas se reúnen a tomarse el último café antes de irse a casa.

Un inciso: sobre las retransmisiones de las asambleas me cuentan que cuando las iniciamos allá por enero de 2007, algunos presidentes que aprovechaban estas para volver más tarde a casa de lo acostumbrado, tenían la excusa. Pero desde que comencé a hacerlas en directo se quedaban sin esta excusa puesto que sus mujeres podían oir la radio y sabían cuando había terminado. Esto nunca supe si fue leyenda fallera o realidad.

Volvemos al momento. Tras esta acometida aún quedaba lo peor. En el Pleno de junio, apenas tres semanas después, al finalizar el mismo, se leyó un comunicado en el que la delegación de medios en pleno censuraba nuestras formas y hacían piña en torno a su delegado, Gabi, criticando con dureza nuestras formas. Fue un comunicado duro contra nosotros pero que me vino muy bien. Iba a servir para destapar ciertas prácticas de entonces y poder hablar con claridad total del asunto. En lugar de hundirme, aquel comunicado me sirvió para reivindicar mis peticiones históricas.

 Esa misma noche me quedé en la emisora repasando cosas, audios, documentos y recogiendo datos para contraatacar al día siguiente. Un día en el que estoy seguro que muchos de los que oyeron el Pleno estarían pendientes de por donde iba yo.

Al día siguiente, mientras que desarrollaba las actividades propias de una empresa, como cada mañana, yo seguía recabando cosas y datos. Me preguntaba como podían haber firmado este comunicado todos los componentes de entonces de la delegación cuando alguno incluso me conoce de Burjassot desde que yo era pequeño y tocaba en la banda de cornetas y tambores con él como “Cabo de cornetas” y habíamos coincidido mas de 10 años en la misma falla con una amistad que aún hoy conservo con su mujer y sus hijas.

Entonces le llamé por teléfono:

-         ¿Enrique?
-         Dime Pepe.
-         Oye, una cosita, ¿tu has firmado el comunicado de la delegación de medios?
No quise darle ningún dato más para que no intuyera nada y ver la realidad de los hechos.
-         Pepe, no sé de que comunicado me hablas. Llevo más de un mes sin ir a Junta por un tema personal. ¿Sobre que es?
-         Nada, no te preocupes ya hablamos.
-         ¿Pero que pasa?
-         Nada, tranquilo, ya hablamos.
-         Vale, Pepe, como tú quieras.

La primera en la frente. En el comunicado leído, habían nombrado como que todos habían firmado. Incluso él. Aquello ya me dio una razón para que viera que se había hecho de una forma algo chapucera. Incluso el vicepresidente me confirmó que no lo quiso firmar porque sabía que “nos iban a llover ostias” y no iba a beneficiar para nada a la delegación.

Recapitulamos. El vicepresidente de manera inteligente no quiso firmar, y así lo dijo en el comunicado. Un delegado no había firmado y lo pusieron como que si, es decir, mintieron. Los hechos comentado en contra mía eran tan vacios que no tenían justificación.

El programa del día siguiente a las 4 fue durante la primera hora y media un repaso intenso y lleno de indignación por mi parte a lo que había sucedido la noche anterior. Demostré que era un comunicado lleno de falsedades y de un intento infructuoso de que cambiara mi actitud ante la delegación. Yo no estaba dispuesto a dar algo a cambio de nada. Me habían insultado gravemente y me habían cuestionado mi trabajo de forma totalmente falsa argumentando hechos que saltaban  a la luz que no se correspondían con la realidad. Me dolió mucho todo aquello. Es cierto que era ácido en mis críticas, pero no eran menos subjetivos con el trato a nuestra emisora. La guerra estaba abierta. Solo una persona podía pararla. Félix Crespo quien a día de hoy aún no entiendo como permitió que se leyera este comunicado. Ni Fayos tampoco. Aunque es algo que nunca he tratado con ellos. Puede que algún día lo haga.

Tras lo leído en el Pleno de junio, esperaba que en la Asamblea dijera algo Félix, pero no, no dijo nada y el asunto se cerró momentáneamente.

Fue precisamente Félix Crespo con quien mantuve una conversación en la entrega de los premios del campeonato de parchís y truc de Junta en los jardines del Palau al finalizar el mismo. Tras unas breves palabras que quedan para nuestra intimidad, terminé diciendo que si, que yo pasaba página pero que la delegación también lo hiciera. O todos moros o todos cristianos.

La tensión se apaciguó algo pero no fue lo que a mi me hubiera gustado. Aún hoy en día me sigo preguntando otra cosa: ¿Quién era de verdad el que manejaba los hilos de la delegación de medios por aquel entonces? Un misterio sin resolver.

La consecuencia de todo esto es que desde entonces Música y Fallas Radio desapareció de fallas.com y ya podíamos estar en los actos que estuviéramos, ya podíamos ir donde fuéramos, que nunca nos sacaban una foto nuestra y si de otros medios mas “amigos”. El agravio fue en aumento y lo que es peor, permitido por la cúpula.

Aún con el cabreo que esto suponía, había algo positivo. Era que a pesar de las dificultades económicas, de personal, internas etc. Música y Fallas Radio, el programa Nuestras Fallas y Pepe Herrero seguían muy vivos en la fiesta. Lo que decíamos preocupaba y creo que era por la falta de control sobre nuestras decisiones. Sigo pensando que al depender solo de mi, sin ningún jefe que me dicte la línea a seguir y sin ningún punto de debilidad al que agarrarse para arremeter contra mi o intentar hundirme la impotencia crecía entre los que pienso que intentaban controlarme o los que mandaban a estos que intentaban controlarme.

Y digo esto porque en el próximo capítulo contaré algo que sucedió en pleno mes de agosto tras un mes de julio ajetreado. Tras la primavera caliente viene el verano movidito movidito. Unos meses para no olvidar.