lunes, 17 de septiembre de 2012

Capítulo 29. EL AMANACER DEL DÍA DESPUÉS. PERO CON UN PALO MUY GORDO.

Tras su marcha y tenerme que oir cosas como que “mi línea editorial no invitaba a que otros medios vinieran a la radio”, cosa que en el momento que estábamos no me preocupaba, recuerdo que yo a los medios los hice protagonistas durante el primer año y ellos pasaron de mi, comenzaba el programa sin Vicente.

Ferrán Gil se ofreció voluntariamente a cubrir el hueco que quedaba. Un Ferrán Gil que había sido fiel desde los principios y, que con sus conocimientos profundos de la fiesta por su dilatada actividad en todos los ámbitos de la misma y con una gran cantidad de conocidos, podía aportar un punto de vista diferente a los temas tratados.

Se iniciaba una nueva etapa y los programas comenzaron a ser más serios y con una profundidad distinta. Algunas tonterías se dejaron de lado y cuando una entrevista era seria, lo era desde el principio al final. Pero cuando tenía que ser distendida y con bromas lo era.

Yo era consciente que esto acarreaba una migración de oyentes. Un cambio en la audiencia que tenía que intentar que fuera lo menos traumático. Y la mejor forma de conseguirlo era seguir la línea que tenía y tratar las noticias con la misma rigurosidad sin olvidar los puntos clave que nos habían hecho ser diferentes.

Por eso desde el primer programa del “día después” seguí como si no hubiera pasado nada. Pero internamente me había quitado una carga importante. Hablo siempre desde el prisma del programa. Porque interiormente aún tenía que arreglar algunos temas.

Si, le quedé a deber dinero del finiquito y demás. Pero muy poca cantidad para mis cuentas. Aunque tuve que soportar como en la Merced, en la presentación de bocetos me montara el numerito para que le pagara y luego sentarse al lado de sus amiguitos de los otros medios que no me hablaban para reírse: “¿ves la que le he montado, ves?, este seguro que me paga”. Pero el que ríe último ríe mejor.

Lo demás lo dejé en manos de la accesoria, que para eso están. Aunque esto arrastró alguna marcha posterior que al final fue hasta positiva. Si había contaminación, lo mejor era limpiar lo que estuviera afectado. Y así sucedió. La naturaleza actuó. Incluso con alguna persona que después de estar ocho años trabajando conmigo, resulta que ahora yo era muy malo. ¡Que casualidad! Antes no había problema, se juntan y mira. Pues nada, “enemigo que huye, puente de plata”.

La depuración interna iba sucediéndose paralelamente a la progresión de los programas. Y aquí quiero hacer un inciso para explicar una realidad que he visto en mis años de radio:

Los oyentes nos son los mismos siempre. Hay un bloque que son fieles, pero hay un flujo constante que entran, salen, se quedan un tiempo, se van, vuelven, nos escuchan intermitentemente, cambian de horario en el trabajo y durante un tiempo no nos escuchan o al revés. ¿Esto que quiere decir? Pues que la audiencia que había perdido no iba a ir a recuperarla porque no estaba dispuesto a darles mi versión de lo sucedido cuando se estaban vertiendo miles de mentiras sobre mi. Pensé que lo mejor era, como estaba acostumbrado, generar una nueva audiencia. Y me pues manos a la obra. No voy a contar como pues esto lo dejo para mi “secreto profesional” que me ha permitido hasta en tres ocasiones cambiar sin que lo más importante que son los anunciantes se vean traumatizados. Y así lo hice y así lo conseguí. El nuevo flujo se iba instalando. Y estos eran oyentes “normales” menos participativos, pero más serios y constantes. No te llamaban para pedirte que quitaras publicidad u otras chorradas.

Con esta situación, en pocos días el programa se estabilizó. Y es que procuramos que la imagen fuese de normalidad. Y así lo fue, no solo la imagen, si no la realidad. En tan solo dos o tres programas volvimos a estar centrados en lo nuestro.

Por las mañanas música, al mediodía las tertulias, por la tarde fallas que se reponían por la noche y de madrugada.

Para entonces ya había estallado la crisis, la burbuja inmobiliaria había explotado y la situación se iba complicando.

Mientras que hacía los programas llegamos a la Navidad de aquel año y seguíamos rodando. Me planteé, ante los problemas que se nos venían encima, recapitalizar y reestructurar la empresa y quedé con algunos empresarios de otros ramos que en ocasiones se había anunciado con nosotros en mantener conversaciones para que entraran con participaciones en la emisora.

Inicié las conversaciones en enero y quedamos que cuando pasaran las fallas hablaríamos. Mientras, los programas y retransmisiones habían recobrado la normalidad total, exaltación, mascletás, plenos, asambleas.

Alguien parecía que estaba esperando que nos hundiéramos, como que sin alguien de los que se habían ido no estaba la emisora no funcionaría. Y nada más lejos de la realidad. La emisora se había reforzado pasando unos de los meses más tranquilos de los dos últimos años.

Llegaron las fallas y durante los paseos nocturnos previos a la semana de fallas tuve algunos encuentros que no depararon más allá de miradas y cuchicheos. Sin más.

Pero cuando pasan las fallas de aquel año 2009 sucede lo imprevisto. Llega una carta de la Generalitat Valenciana indicándome que Música y Fallas Radio tenía que cerrar por no tener licencia.

Después del trajín interno, después de haber retomado el vuelo con la programación estable, me venía este palo. Me acerqué a la asesoría quien me indicó que es lo que tenía que hacer. Me presenté en la propia Generalitat Valenciana. Tuve una conversación con la persona que en nombre de Dora Ibars me envió la carta y lo tuve muy claro.

Le dije que por qué a mi si y a otras emisoras no. Me dijo que estaban en concurso y hasta que no se resolviera no podía enviársela. El concurso, a fecha de hoy cuando estoy escribiendo esto, aún no se ha resuelto, imaginaos que desmadre.

También le dije que porque otras emisoras que tenían licencia fuera de Valencia emitían en Valencia con una potencia brutal y me dijo que el solo atendía lo que los inspectores le enviaban. Es decir, que había un inspector que me estaba “vigilando”. Sigo pensando que a través del partido alguien movió hilos para que me cerraran

Hoy en día me pregunto ¿por qué? ¿Tendría algo que ver con la línea crítica que estaba utilizando y molestaba siendo por eso por lo que uno de los primeros en recibir la carta fui yo? Y es que luego fueron otras emisoras.

Eso si, las grandes que emiten con el doble de potencia permitida no las tocan, y en ese caso incumplen la legalidad igual que yo.

Vi que no había nada que rascar y me limité a esperar. Suspendí todas las conversaciones pendientes con los posibles inversores y me dediqué a seguir mis programas. Ya veríamos donde llegaba esto.

Mientras tanto fui invitando a colaboradores para que me hicieran sus espacios y también entraron a participar en el programa dos oyentes, Raquel y Rafa que protagonizaron un episodio con la delegación de medios (otra ves la delegación de medios) que contaré en el próximo capítulo.

Esta situación me había hecho crear un estado de ánimo que durante los meses de abril, mayo y junio de 2009 me hizo cegarme en una etapa negra del programa donde hoy veo que ahí me equivoqué, pero duró eso, tres meses, menos mal. Mis críticas eran duras, demasiado con varias situaciones, mis comentarios constantes hacía que el programa se tornase agrio y fueron meses difíciles. Incluso me planteé dejar la radio. Tras la tranquilidad antes de fallas, después se tornó en marea y era ajena a los motivos acaecidos antes de Navidad. Era como si en el micrófono descargara toda mi impotencia por no poder hacer nada y sentirme totalmente agraviado por la situación. Aunque si lo miras de forma positiva, puede que aquello hiciera que mis fuerzas no decayeran y me sirviera como terapia. A veces pienso que por eso sigo aquí, porque ni me deprimí ni me hundí. Eso puede que me costara audiencia, pero el flujo del que hablaba antes me hizo sobrevivir. Aunque en ese momento no era consciente.

En el próximo capítulo detallaré lo que sucedió en los meses más negros sin duda, del programa Nuestras Fallas. Pero viendo lo positivo, digo que si superé aquello quería decir que el programa estaba fuerte. Aún así no fue el peor momento.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Capítulo 28. HECHOS AISLADOS.

En este capítulo os contaré varias cosas que fueron sucediendo y que he dejado para que, una vez situados en el tiempo, sepáis detalles. No son todas, porque fueron muchas, pero si que son algunas que hasta esa fecha, octubre 2008, fueron sucediéndose. No guardan una relación en tiempo. Pero si que considero que debéis de conocerlas. Las cuatro de una forma o de otra, fueron vividas intensamente en nuestra emisora.

La primera es de la falla Pza. Dr. Collado. Nosotros no habíamos hecho ninguna presentación de falla. Pero en este caso, debido a una circunstancia personal hicimos una excepción.

La fallera mayor infantil de aquel año (creo recordar 2008) tenía una tía que no podía asistir por padecer una grave enfermedad y estaba hospitalizada. Ella había sido una de las que movieron para que la niña pudiera estar ahí y ahora no podía ir a la presentación en el Salón Forsañ de Massanasa. Entonces se pusieron en contacto con nosotros y de inmediato todos los compañeros aceptamos hacerlo de forma altruista. Vía telefónica retransmitimos en directo la presentación de aquel año así la tía de la niña pudo vivir vía radio el acto. La falla tuvo el detalle de invitarnos a cenar después de la presentación a los compañeros que hicimos posible la retransmisión. Aceptamos de buen gusto aunque ellos sabían que nosotros lo hicimos de corazón y por humanidad.

Al poco tiempo, la tía que era muy joven, creo recordar que poco más de 30 años, falleció. No pudo superar la enfermedad. Aquella noche nos sentimos reconfortados por el cariño que desde la comisión y los familiares de la niña y la chica nos mostraron. Aunque luego conocer el desenlace nos apenó a la vez que sentimos como por la radio, la chica había vivido la presentación. Es algo que nunca olvidaré. La relación con esta comisión siempre ha sido muy buena en general. Aquel año decidieron otorgarnos el Premio Lonja el cual guardo con mucho afecto.

En la exaltación, creo que también de aquel año, sucedió algo curioso. Cuando finalizó la exaltación de las niñas, la alcaldesa no le gustó nada como iban las niñas vestidas por el excesivo vuelo del traje. La exclamación de Rita Barberá, mostrando un desconocimiento de lo que hablaba, fue “No me gusta el alçaor que llevan las niñas”. Esto fue publicado en Las Provincias y generó un malentendido tan grande que aún a día de hoy no se ha solucionado. Me explico.

El alçaor es una prenda de vestir con nombre propio. La alcaldesa usó esta palabra como prenda genérica, es decir, como can-can o ahuecador. Pero al publicarse en el diario, de inmediato en Junta se pusieron manos a la obra para pedir a Mavimar que no entregara más alçaores. Pero lo bueno es que las niñas ¡no llevaban un alçaor, llevaban una prenda distinta! Llevaban otro ahuecador. Con el alçaor, los trajes no se subían así. Quedaban y quedan mucho mejor. Pero la cerrazón de la alcaldesa que no quiso entrar en razones y la falta de tacto de Junta hizo lo demás. ¡Claro! Si se destapaba esto, la alcaldesa quedaba como ignorante. Pero es que así quedó como prepotente pues se equivocó y no lo reconoció. O nadie se lo hizo reconocer.

Lo cierto es que, después de 6 ó 7 años regalando el alçaor a las cortes y a las falleras mayores de Valencia, a Mavimar se le prohibió regalar la prenda ¡cuando ellas no habían tenido nada que ver! ¡era solo el nombre que la alcaldesa había utilizado!

Total, que los unos por los otros la casa sin barrer.

¿Qué ha pasado? Pues que de regalar los alçaores a las cortes para que los tuvieran gratis, se ha pasado a que la práctica totalidad de las chicas de la corte tienen alçaores y se los tienen que comprar, siendo los más utilizados en las cortes desde entonces.

Un malentendido que te demuestra que en temas oficiales de este tipo es muy difícil admitir un error. Mavimar no tenía nada que ver, sin embargo, por una maldita palabra de la alcaldesa Rita Barberá y que ningún de sus pelotas le hiciera ver el error, se le prohibió a Victoria regalar la prenda. Y nadie en Junta hizo nada por arreglar el tema, y si lo hizo su esfuerzo fue en vano.

El único medio que nos hicimos eco fuimos nosotros. Música y Fallas Radio. ¿Os suena esto de algo?

Otro aspecto desagradable que lamentablemente se repite con asiduidad es el tema de algunos concejales.

Voy a hablar de la concejalía de parques y jardines quienes a través de algunos inspectores, de forma traicionera y para mi ruín, denunciaron a varias fallas en la semana de fallas por atar cuerdas a árboles, mobiliario urbano, farolas o señales de tráfico cuando en otros años se había hecho sin problemas y no había sucedido nada.

Aquel año, como digo a traición, los inspectores se liaron a poner denuncias y se quedaron solos y a gusto. Tanto que en una Asamblea, Félix Crespo tuvo que intervenir y tuvo que parar los pies a su compañero de partido y corporación que llevaba el tema y quitar todas las multas. Algo vergonzoso que denota que a muchos concejales del Ayuntamiento de Valencia se les debería de dar clases de lo que suponen las fallas en Valencia y que no nos maltraten de esa forma.

Luego ves como para campañas electorales los políticos usan farolas y mobiliario urbano y piensas si que es que ellos, los políticos, tienen más derecho que nosotros. Igual que cuando ves que no te permiten atar nada a los árboles y en la Feria de Julio, usan los árboles del río como postes y no pasa nada.

Igual sucede con el concejal de la EMT que cuando hay verbenas no quiere desviar ningún autobús y luego cada semana tiene que desviar líneas por los mercadillos y no pasa nada. Por ejemplo.

Detalles que muestran que algunos concejales no miran por las fallas y que Félix Crespo ha tenido que trabajar y negociar con ellos para que no sean tan duros con las fallas.

Los únicos que hablamos del tema fuimos nosotros. ¿Os sigue sonando de algo?

Y por ese tiempo también hubo un tema que me sorprendió por la forma en que se llevó. Fue el retraso en entregar las solicitudes de las candidatas a las preselecciones. Y ocurrió de una forma para mi sorprendente.

Un día, llego a Junta para retransmitir el Pleno y me viene Vicente Fayos a hablar conmigo, cosa que en el tiempo que hemos coincidido creo que solo ha sucedido esta vez. Si ha sido otra no lo recuerdo. Mirad si no era para que me llamase la atención.

Me dijo lo que había sucedido con el retraso y que, incluso, algún presidente había llevado a su fallera mayor a que le llorara en su despacho, lo cual Fayos le molestaba y con toda la razón. No era de recibo. Habías entregado tarde la solicitud y como presidente tenías una responsabilidad

El hecho es que yo defendí a Junta pues tenían toda la razón. Ese año. Digo ese año porque siempre me ha llamado la atención que otros años no hubiera sucedido. Y es que siempre hay retrasos en todos los concursos de Junta y entonces ¿no los habría habido en las preseleccionadas?

Y yo me preguntaba: ¿Por qué este año se ha montado la que se ha montado? Porque si no recuerdo mal eran 14 ó 16 entre chicas y niñas. No sé, es hoy en día y aquello me sigue sonando raro. Me argumentarán lo que quieran, me dirán versiones, lo que sea. Pero aquello me sonó muy raro. No acierto ha adivinar hoy en día que sucedió.

Luego recibí felicitaciones de Fayos y Begoña por defenderlos. Yo les di las gracias, pero les dije que siempre digo lo que pienso, que lo saben y no era por dorarles la píldora a ellos.

El hecho es que por primera vez se llevaba a la Asamblea el tema del retraso para readmitir a las candidatas que no llegaron.

Lo que no sé si algún año alguna se ha quedado fuera y no ha pasado nada. No sé si algún otro año algún presidente ha tenido que morder el polvo y pagar su despiste, o por el contrario ha sido admitida “de tapadillo” pues nadie repasa las listas expuestas en Junta, o casi nadie.

Sea como sea, aquel año era todo muy extraño. Tan extraño como que dos de las “no presentadas” fueron elegidas cortes.

Veamos, el porcentaje de presentadas sobre las elegidas cada año aproximadamente es de un 4%. Sin embargo el porcentaje de las elegidas sobre las “no presentadas” fue del 12%. Es decir, de unas 600 más o menos salieron 24 y de 16 “no presentadas” salieron 2. ¿No os llama la atención la diferencia de porcentaje? ¿Alguien movió algo para que ese tema se llevara a Asamblea cuando nunca se había llevado? ¿Alguien tenía tanta influencia que pudo mover este tema? ¿Por qué nunca había sucedido algo así? ¿A que visto así es llamativo?

Luego, en Asamblea, se vio como había sectores cuyos presidentes no solían ir y en esta fueron en bloque para apoyar a las falleras mayores de sus sectores y así votar a favor que salieran. La votación salió positiva y creó un precedente que aún hoy en día vemos como se está produciendo. Aunque el año pasado Paco Lledó lo dejó muy claro, daba paso a las dos que se “olvidaron” pero que para este año ya no sería así.

Yo siempre he dicho que un tema de este calado y esta sensibilidad, Junta debería de tomar medidas. Porque tu entregas tarde tu participación en un concurso o campeonato, y vale. No participas y no pasa nada, el cabreo y ya está. Pero con las chicas y las niñas, con un tema tan delicado, yo articularía un sistema de control a través de los delegados de sector para que fueran estos los que estuvieran atentos. Es decir, que si ven tres días antes que falta alguna falla por entregar, no les costaría nada que el secretario general les dijera las fallas que faltan y estos se pusieran en contacto con los presidentes correspondientes para que estén pendientes, y si estos les confirman que no tienen candidatas ya están seguros.

Pero esto es una idea para Junta que no estaría mal.

Después de estos cuatro apuntes, en el próximo capítulo seguiré con la historia de la radio, Música y Fallas Radio, en el día después.