domingo, 24 de marzo de 2013

Capítulo 35. Dos hechos me marcaron antes de Navidad. Comienza la era Paco Lledó.


Después de lo sucedido en el mes de septiembre, llegó octubre. Nosotros seguíamos con el programa en marcha. Nuestras cuatro horas diarias y ganando oyentes en nuestra nueva sintonia y capeando el temporal económico con la consecución de anunciantes que sostuvieran los programas. Para entonces ya había tomado la decisión de no solicitar publicidad institucional para ninguna campaña. Yo veía que en otros medios se repartían dinero en publicidad en diferentes campañas, básicamente tres al año, y en mi caso hacía un par de años que también me daban. Pero entre que tardaban mucho en pagar, y la aparente “subyugación” que aquella publicidad tenía (me daba la sensación que te estaban comprando, aunque se dijera que esto no era así) decidí que no me dieran más. Así no volví a solicitarla desde entonces. A día de hoy sigo sin hacerlo aunque la vea y oiga en otros medios.

Dos hechos me marcaron antes de Navidad. El primero coincidió con el nombramiento de la fallera mayor de Valencia 2012, la famosa llamada de la alcaldesa.
Fue un fin de semana muy duro para mi, el día 15 de octubre fallecía mi padre tras una larga enfermedad y el día 17 era la llamada. Ese día, lunes, volví a hacer el programa, en estos casos lo mejor para asumir tu nueva situación es aferrarte a tu rutina diaria con el trabajo y tu familia.

Tras la llamada fui a casa de Rocío y de ahí me marché a la calle Carcagente. Cuando llegué, entre que me encontraba mal (la tarde de antes habíamos incinerado a mi padre) y el ambiente me daba que algo enrarecido por el hecho sucedido en la elección de las cortes en septiembre, mi presencia allí la noté como “rara”. Ya os digo, igual fueron cosas mías, pero no sé. Os puedo decir que conforme pasó el tiempo, me dí cuenta que algo había de esto. Pero es un detalle que ahora os cuento.
A casa de Sandra ya no subí. Me marché con la cabeza hecha un lío. Me constaba aparentar normalidad cuando yo no estaba bien. Apenas entraron en el casal de la falla, me despedí de unos cuantos conocidos y me fui.

La visita a los estudios de Onda Uno de Sandra y Rocío fue cordial y con un protocolo correcto. La entrevista divertida y entretenida. Pero a partir de ahí, mis encuentros con Sandra han sido digamos, algo fríos, distantes. Cuando le iba a hacer una foto nunca me miraba, lo normal en los casos de varias cámaras es mirar a todas o por lo menos intentarlo. Si coincidíamos en un acto, lo normal de una fallera mayor de Valencia es ir mirando a todos o casi todos, y la primera vez dices bueno, es imposible mirar a todos, la segunda dices vale y a la tercera ya te vas percatando que pasa de ti. Yo pensé que era por lo sucedido en la elección de cortes, porque otra cosa no me cabe. Alguien me dijo que es una chica que las cosas que no le gustan las recuerda. Y yo con ella me he visto en más de un momento como “relegado”, no me ha preocupado. Las personas pasan, los cargos quedan. Y ahora tenemos a Begoña que me vea donde me vea siempre tiene una sonrisa y un saludo cordial y sincero.
El último capítulo de este tipo vivido fue en la ofrenda de Chiva donde estuvo invitada y al finalizar la ofrenda, siendo casi el único medio que conocía, apenas me dirigió la palabra ni la mirada para ninguna foto, algo llamativo. Tan solo una palabras de cumplido cordial cuando coincidimos en la escalera de subida al Ayuntamiento de la población, Chiva.
Aun así, en el balcón del Ayuntamiento, estas fallas pasadas, la entrevisté como a todas las falleras mayores de Valencia que vi, el cargo está por encima de las personas.

Y el siguiente hecho que me marcó fue en la Asamblea de Presidentes del mes de diciembre. Hasta entonces, Paco Lledó, había seguido en parte la estela de Félix Crespo, aunque su retórica era menor y sus puntos del orden del día eran más directos, tanto que en ocasiones no daban tiempo a reflexionar.
Pero ese día, con la asistencia habitual de la nueva corte y fallera mayor de Valencia, hubieron dos intervenciones que se quejaban de que estaban molestos por algunos cambios orquestados para equilibrar la ofrenda.

El primero era que se explicó que el sector de Mislata había sido cambiado de la calle de San Vicente a la calle de La Paz por razones de tiempo, para equilibrarlo. Para ello se citó a los presidentes de las once fallas de Mislata en una reunión previa y es les explicó el tema. En la asamblea se les agradeció su predisposición.
Un apunte: estoy seguro que si el cambio hubiera sido al revés, de la calle de la Paz a la calle San Vicente, esta reunión no hubiera hecho falta, se hubieran cambiado y todos tan felices. Supongo que ya sabéis por qué lo digo.

Tras esto, el sector del Carmen que también había sufrido cambios se quejó que a ellos no se les había consultado. Entonces se produjo en hecho llamativo como fue que un componente de la delegación de Festejos se enfrentó a la vicepresidenta de la misma área defendiendo a su sector. Aquello fue muy llamativo pues ahí se vio claro que la situación actual de los delegados de junta dista mucho de la realidad que tiene que ser, que no es otra que defender a sus sectores en Junta, pero esto choca contra la otra realidad, y es que quien se enfrenta a Junta defendiendo a su sector, se está enfrentando a quien lo ha puesto en ese cargo de Junta aunque sea vocal electo, lo pueden relega a una posición menos relevante en la Casa Grande.. Contradicciones del funcionamiento de Junta.

Pero lo peor vino con una intervención de un presidente del sector Pla del Real-Benimaclet quien hablaba en nombre de todos los presidentes de su sector. La Asamblea da voz a los presidentes de agrupación pero no les da voto, pero como era un tema del sector, en lugar de defenderlo un delegado de sector, lo tienen que defender los presidentes. Así lo hizo, se quejó en nombre de todo el sector que el cambio, aunque directamente no les afectaba, se hubiera hecho de espaldas a ellos pues los autobuses de Mislata podían entorpecer la ofrenda a Pla del Real Benimaclet, y lo menos que se podía haber hecho era consultarles también a ellos. Cambiaban de horario y no se les dijo nada.
El problema no vino en el fondo, vino en la forma en la que Paco Lledó, viéndose acorralado, cortó de malas maneras las intervención del presidente de Mistral-Murta. La asamblea no estaba acostumbrada a esto y lo cierto es que nos pilló desprevenidos a todos. Para entonces reflejé así mi descontento con lo sucedido: http://blognuestrasfallas.blogspot.com.es/2011/12/sensaciones-post-asamblea.html

Comenzaba la era de Paco Lledó. Sus asambleas a partir de ahí iban a ser todo menos aburridas. Incluso hasta la de este año 2013 en el mes de enero tuvo su miga. La de febrero fue más tranquila, pero eso será otro cantar.

Por aquel entonces también escribí cuatro capítulos del por qué no me gusta lo de la UNESCO, lo de que las fallas sean patrimonio cultural inmaterial. A día de hoy nadie me ha convencido. Yo sigo en la mía, escrito está. En el blog de nuestras fallas que antes he indicado en el mes de diciembre de 2011.

En el siguiente capítulo contaré como se inició la creación de la UACC, como la vivimos, y como volvimos a hacer el programa en La Mega, 107.1 de la FM.