domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 30. PRIMAVERA CALIENTE.


La primavera del 2009 fue algo para olvidar. Después de lo acontecido en el capítulo anterior, abril, mayo y junio se presentaban inciertos. Intentaré sintetizar algunos hecho que considero más relevantes sin caer en la descalificación gratuita y esperando que se entienda que todo sucedió en el contexto de las fechas en las que estamos hablando y que en ningún momento intento proyectar aquello sobre la situación actual que, afortunadamente, en muchos aspectos ha variado considerablemente a mejor.

La entrada de Raquel y Rafa llevó a unos programas más críticos en los que la tensión entre Junta y Música y Fallas Radio iba creciendo. El momento más álgido de esta situación hostil se produjo en la presentación del libro “Vivir las Fallas” en las que unos comentarios que arremetían contra la organización del acto y su puesta en escena por parte de los colaboradores desembocó en un hecho desagradable que sucedió al finalizar la Asamblea del mes de Mayo cuando al finalizar la misma, estando conmigo Raquel, vinieron Gabi y Bea, entonces secretaria de la delegación de medios, a recriminarme lo que habíamos dicho. Yo le dije en buenas palabras que no quería tener allí esta conversación, pero ellos insistían gritando que si, que lo querían resolver allí.

El momento se fue calentando hasta que el propio vicepresidente Jorge Guarro tuvo que intervenir puesto que mi negativa a hablar del tema delante de una persona que ellos no sabían quien era y en un momento en el que yo estaba recogiendo los aparatos de la retransmisión de la Asamblea, iba en aumento con el cabreo de ambos. Intenté mantener la tranquilidad y eso les puso más nerviosos. Al final no quise entrar y les dije que cuando quisieran hablábamos pero fuera de allí. No era ni momento ni lugar. El tema quedó mal y fue la comidilla en los corrillos posteriores que se forman en las afueras del Ayuntamiento al finalizar cada asamblea y, como no, en los corrillos del Ateneo donde varios presidentes y “hombres fuertes” de las fallas se reúnen a tomarse el último café antes de irse a casa.

Un inciso: sobre las retransmisiones de las asambleas me cuentan que cuando las iniciamos allá por enero de 2007, algunos presidentes que aprovechaban estas para volver más tarde a casa de lo acostumbrado, tenían la excusa. Pero desde que comencé a hacerlas en directo se quedaban sin esta excusa puesto que sus mujeres podían oir la radio y sabían cuando había terminado. Esto nunca supe si fue leyenda fallera o realidad.

Volvemos al momento. Tras esta acometida aún quedaba lo peor. En el Pleno de junio, apenas tres semanas después, al finalizar el mismo, se leyó un comunicado en el que la delegación de medios en pleno censuraba nuestras formas y hacían piña en torno a su delegado, Gabi, criticando con dureza nuestras formas. Fue un comunicado duro contra nosotros pero que me vino muy bien. Iba a servir para destapar ciertas prácticas de entonces y poder hablar con claridad total del asunto. En lugar de hundirme, aquel comunicado me sirvió para reivindicar mis peticiones históricas.

 Esa misma noche me quedé en la emisora repasando cosas, audios, documentos y recogiendo datos para contraatacar al día siguiente. Un día en el que estoy seguro que muchos de los que oyeron el Pleno estarían pendientes de por donde iba yo.

Al día siguiente, mientras que desarrollaba las actividades propias de una empresa, como cada mañana, yo seguía recabando cosas y datos. Me preguntaba como podían haber firmado este comunicado todos los componentes de entonces de la delegación cuando alguno incluso me conoce de Burjassot desde que yo era pequeño y tocaba en la banda de cornetas y tambores con él como “Cabo de cornetas” y habíamos coincidido mas de 10 años en la misma falla con una amistad que aún hoy conservo con su mujer y sus hijas.

Entonces le llamé por teléfono:

-         ¿Enrique?
-         Dime Pepe.
-         Oye, una cosita, ¿tu has firmado el comunicado de la delegación de medios?
No quise darle ningún dato más para que no intuyera nada y ver la realidad de los hechos.
-         Pepe, no sé de que comunicado me hablas. Llevo más de un mes sin ir a Junta por un tema personal. ¿Sobre que es?
-         Nada, no te preocupes ya hablamos.
-         ¿Pero que pasa?
-         Nada, tranquilo, ya hablamos.
-         Vale, Pepe, como tú quieras.

La primera en la frente. En el comunicado leído, habían nombrado como que todos habían firmado. Incluso él. Aquello ya me dio una razón para que viera que se había hecho de una forma algo chapucera. Incluso el vicepresidente me confirmó que no lo quiso firmar porque sabía que “nos iban a llover ostias” y no iba a beneficiar para nada a la delegación.

Recapitulamos. El vicepresidente de manera inteligente no quiso firmar, y así lo dijo en el comunicado. Un delegado no había firmado y lo pusieron como que si, es decir, mintieron. Los hechos comentado en contra mía eran tan vacios que no tenían justificación.

El programa del día siguiente a las 4 fue durante la primera hora y media un repaso intenso y lleno de indignación por mi parte a lo que había sucedido la noche anterior. Demostré que era un comunicado lleno de falsedades y de un intento infructuoso de que cambiara mi actitud ante la delegación. Yo no estaba dispuesto a dar algo a cambio de nada. Me habían insultado gravemente y me habían cuestionado mi trabajo de forma totalmente falsa argumentando hechos que saltaban  a la luz que no se correspondían con la realidad. Me dolió mucho todo aquello. Es cierto que era ácido en mis críticas, pero no eran menos subjetivos con el trato a nuestra emisora. La guerra estaba abierta. Solo una persona podía pararla. Félix Crespo quien a día de hoy aún no entiendo como permitió que se leyera este comunicado. Ni Fayos tampoco. Aunque es algo que nunca he tratado con ellos. Puede que algún día lo haga.

Tras lo leído en el Pleno de junio, esperaba que en la Asamblea dijera algo Félix, pero no, no dijo nada y el asunto se cerró momentáneamente.

Fue precisamente Félix Crespo con quien mantuve una conversación en la entrega de los premios del campeonato de parchís y truc de Junta en los jardines del Palau al finalizar el mismo. Tras unas breves palabras que quedan para nuestra intimidad, terminé diciendo que si, que yo pasaba página pero que la delegación también lo hiciera. O todos moros o todos cristianos.

La tensión se apaciguó algo pero no fue lo que a mi me hubiera gustado. Aún hoy en día me sigo preguntando otra cosa: ¿Quién era de verdad el que manejaba los hilos de la delegación de medios por aquel entonces? Un misterio sin resolver.

La consecuencia de todo esto es que desde entonces Música y Fallas Radio desapareció de fallas.com y ya podíamos estar en los actos que estuviéramos, ya podíamos ir donde fuéramos, que nunca nos sacaban una foto nuestra y si de otros medios mas “amigos”. El agravio fue en aumento y lo que es peor, permitido por la cúpula.

Aún con el cabreo que esto suponía, había algo positivo. Era que a pesar de las dificultades económicas, de personal, internas etc. Música y Fallas Radio, el programa Nuestras Fallas y Pepe Herrero seguían muy vivos en la fiesta. Lo que decíamos preocupaba y creo que era por la falta de control sobre nuestras decisiones. Sigo pensando que al depender solo de mi, sin ningún jefe que me dicte la línea a seguir y sin ningún punto de debilidad al que agarrarse para arremeter contra mi o intentar hundirme la impotencia crecía entre los que pienso que intentaban controlarme o los que mandaban a estos que intentaban controlarme.

Y digo esto porque en el próximo capítulo contaré algo que sucedió en pleno mes de agosto tras un mes de julio ajetreado. Tras la primavera caliente viene el verano movidito movidito. Unos meses para no olvidar.

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